"El origen de esta práctica es muy oscuro. Las explicaciones son fruto de la leyenda. Se cuenta que el objeto de correr cacharros era hacer ruido para ahuyentar a la langosta o a las brujas..."
La receta de los dulces de Antoñita se pierde en el tiempo, con un origen que según la historia se remonta a esos ingleses y franceses que salieron de su tierra para asentarse en las islas en el siglo XIX.
El concepto que tenemos sobre este hecho natural ha ido evolucionando hasta nuestros días, modificando nuestra mentalidad frente a la muerte a la vez que lo hacemos frente a nuestra propia manera de entender la vida.
Una de las labores más importantes la está desempeñando desde hace cuatro años plantando la semilla del Folclore en aulas de los colegios del municipio de Mogán
Comenzaron con más de 50 niños y niñass en los barrios de Chimiche y los Blanquitos, pasando a finales del 2007 a tener sede fija en la Casa de la Cultura de Chimiche.
Esta tradición proviene de los transportes de maderas de un aserradero que había en Icod, concretamente en la zona alta del pueblo, a mediados del siglo XVI.
Pequeñas parrandas que se organizaban cada vez que había un pretexto para ello, y de esta forma fueron quedando felizmente atrapados por el folclore canario, y decidieron así formar un grupo consolidado.