·“Le dije a mi madre que si salía todo bien en la operación de corazón en Madrid que tuve que realizarme, le iba a buscar la Rama para entregarla a la Virgen de las Nieves”, y que “si nos llevaba un caldito para cuando llegásemos de Tamadaba”. Silvana no dudó, “sí, mi niño, ¿por qué no?”