Culos de señoras alcaldesas... según sus concejales

Opinion

nicolasguerraguiar2011Parece que hay entre algunos concejales (Valencia, Priego...) cierta disposición a hacer juegos de palabras con aquello que, pudorosamente, siempre se conoció como "El final de la espalda", "Allí donde la espalda pierde su suave nombre". O lo que es lo mismo, el culo (voz acaso menos agresiva en latín, 'culus'), y que se identifica con personas, animales y cosas.

A este término lo acompañan varios sinónimos. Van desde el cursi "pompis" hasta los hiperbólicos "posaderas" y "pandero" cuando se etiqueta a alguien por el pertinente bien despachado ("¡Menudas posaderas!", óyese decir; "¡Con el pandero de J. tendremos para todas las navidades!"). Entre ellos, otras voces más prudentes y menos escandalosas como "trasero, nalgas"...

Pero también tiene una amplísima variedad combinatoria: abarca desde la construcción coloquial hasta la locución adverbial malsonante e, incluso, vulgar (tal matiza y distingue el Diccionario de la lengua española –DLE-). Así, por ejemplo, y para el primer caso, "Culo de mal asiento (en Canarias, 'persona desinquieta'); Vivir en el culo del mundo; Quedarse con el culo al aire; Perder el culo por ella; Para coger lapas negras hay que mojarse el culo; Culo de vaso (cristales de las gafas); La primera impresión casi lo tira de culo; Como sigas así vas de culo; Con el culo en dos manos; El culo del pepino estaba amargo...

Como se ve son construcciones decentes, recatadas y pudorosas. No todas valen ante cualquier interlocutor, ni mucho menos para ir por la calle aireando las cantadas partes de animales, personas y cosas. Pero sí pueden usarse de cuando en cuando, como quien no quiere la cosa, porque a veces tales construcciones son más clarificadoras y contundentes que algunos tratados de urbanidad dominantes allá por las infancias y primeras juventudes.

Pero hay otras (las llamadas por el DLE "malsonantes o vulgares") que, cosa curiosa, se multiplican y exigen signos exclamativos. ¿A qué se deberá esta disposición natural de los humanos: acaso a que son más impactantes? ¿A rebeliones lingüísticas contra la norma impuesta por mentes freudianamente analizables? ¿O, tal vez, a que en el fondo nos encanta revolcarnos entre todo aquello que impacta o revoluciona a determinados sectores sociales? El DLE, estimado lector, refleja los usos: "¡A tomar por culo! [Construcción que en las películas se traduce por '¡Que te den'!]; ¡Me lo paso por el culo!; ¡Que se lo meta por el culo!; ¡Estoy hasta el culo [de sus estupideces]!; ¡Bobo del culo! (En Cuba, bobomielda); ¡A este lo mando a tomar por culo!; ¡Me están dando por culo [sus chorradas]!; ¡Conmigo va de culo"!

No obstante lo anterior, hay dos escalones por debajo en que la palabra simplemente significa, sin más: así, 'conjunto de las dos nalgas'. Y se relaciona, como vengo señalando, con animales ('ancas'; 'zona carnosa que rodea el ano del animal'), personas ('parte posterior o asentadoras de los racionales') o cosas ('extremidad inferior o posterior'). Y a veces el propio culo del vaso, por ejemplo, fuerza al uso de diminutivos –un culín, un culito- cuando lo que se desea es, simplemente, catar el líquido allí escanciado. (Tengo un par de amigotes que hablan de "partículas o moléculas licuadas". Pero eso es solo cuando ya han despachado con dadivosidad y se vuelven geniales como Max Estrella -protagonista de Luces de Bohemia- o ridículamente eruditos. Depende de la intensidad del siroco.)

Lo anteriormente expuesto, lector, acaso nos permitirá entrar en los comportamientos de aquellos señores exconcejales o concejales que, por cuestiones políticas, echaron ojos y palabras a supuestas prominencias grasosas ubicadas en la parte trasera de cuerpos, los que corresponden a señoras compañeras de ppartido. Son los casos, pues, del señor Novo, en Valencia ciudad, y del señor Cano, ejerciente hasta el momento a la espera de su santificación o defenestración políticas.

El primero no recordó que el micrófono permanecía abierto mientras la hoy exalcaldesa, señora Barberá, recontaba papeletas en un pleno. Y cuando pronunció el número 25, nuestro hombre comentó en voz baja, aunque ampliada por la megafonía, "¡Por el culo te la hinco!" (aunque, eso sí, sin aspiración: 'jinco'), locución que se escuchó incluso en La Albufera, puñeteros que fueron los vientos aquella tarde. (¿Simple construcción coloquial? ¿Estructura malsonante o vulgar? ¿Acaso impacto emotivo y desmoralizador sobre la señora alcaldesa, espléndida en sus nalgas? ¿Impropia chorrada de un político?)

Más rebuscado –aunque grosero y grotesco, nunca con la exquisitez de Cela- fue el señor Cano, edil que lo es en Priego de Cuenca (que no Priego de Còrdoba). Por razones que no vienen a cuento la señora alcaldesa (de su mismo ppartido) suspendió un pleno. Y la tal actuación indignó tanto al individuo que a través de Facebook (algún día, Feicbu) la llamó "esperpento" ('deformación grotesca de la realidad') y le dedicó el siguiente texto: "¡Que te den! Que te den por ese culo tanmagnífico, tan inconmensurable, tan mayestático que tienes. Un culo que merece diez sonetos, o mil, cien elegías y trescientos epicedios. Un culo sin témporas [...], doce tribus de culos y cien naciones enculadas, chorizo cular, el culo del mundo".

En este caso lo tengo claro: la vulgaridad del señor Cano sobrepasa las elementales prudencias que deben caracterizar a toda persona pública, más cuando representa la voluntad de muchos ciudadanos. No solo intenta también imitar burdamente a Quevedo (genialidad satírica frente a tosquedad concejalil) sin gracia y con desajustes cerebrales. Ataca directamente, además, a la señora alcaldesa sin razones, Ideas, inteligencias y sólidos argumentos. En su preocupante limitación echa mano, también, a un recurso literario ya inventado: palabras ("magnífico, mayestático, inconmensurable") de cuatro, cinco y seis sílabas, respectivamente, cual si con ellas quisiera simbolizar la física estructura de aquellas holgadas alcaldadas nalgas.

Este es el tipo de político que detesto, rechazo y denuncio. Me cabrean atentados a la creatividad, rusticidades y tosquedades. Pero más me preocupa que sus paisanos del PP no lo hayan mandado a tomar... por cavernosos espacios físicos.


Etiquetada en...

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.99

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.