La Casa-Museo Antonio Padrón Centro de Arte Indigenista, celebró este jueves, el Día Internacional de la Mujer Rural , en un acto conducido por la locutora de Radio Gáldar, Eulalia Marina Pérez.
En el acto se contó con la proyección de los trabajos audiovisuales de alto valor etnográfico que se custodian en la Fundación Néstor Álamo, realizados hace años por Paco Rivero, centrados en la labor de las mujeres rurales.
También se contó con la actuación del cantautor Heriberto Cruz, que interpretó varios temas de su trabajo Canciones al Óleo, inspirado en la obra de Antonio Padrón, y estrenó un nuevo tema, sobre las mujeres de Antonio Padrón, con música suya, y letra del director de la Casa Museo, César Ubierna.
La poeta y novelista Ángela Ramos, licenciada en Filosofía y Periodismo, fue la encargada de realizar el Pregón del Día Internacional de la Mujer Rural, en el que recordó que su primer trabajo periodístico, publicado en 1990, versó precisamente sobre la mujer rural.
Ángela Ramos destacó el incansable trabajo de la mujer rural, sin domingos porque "las vacas no descansan", compaginado con las labores del hogar y la dedicación a la familia.
Hizo hincapié en que la mujer rural busca el agua, la leña, cocina los alimentos, tranaja la tierra y cuida el ganado, y que su trabajo no tiene la misma consideración que el de los hombres.
También hizo mención a que las nuevas generaciones no se dedican al campo, reflexionando sobre que un campo ambandonado es mucho más triste, por lo que reivindiicó un equilibrio en el que prime el apoyo a las familias rurales.
Ángela Ramos fianlizo su pregón asegurando que las mujeres rurales, seguirán trabajando.
El acto finalizó con un reconocimiento a Marta Díaz, una mujer procedente del pago guíense de Bascamao, que a sus 95 años conserva una memoria prodigiosa. A pesar de no saber leer y escribir guarda en su mente el recuerdo de cientos de historias de mujeres y hombres de las zonas altas de Guía y Gáldar. Díaz se crió con una tía soltera y cuando se casó se trasladó al pago de Tegueste, en Gáldar, donde estuvo al frente del molino que había en aquel lugar junto a su marido. Su gran curiosidad infantil le llevó a escuchar historias que sus familiares le iban transmitiendo. Dentro de la tradición oral es una de las ya escasas sobrevivientes de la zona que cuenta con mucho arte y sensibilidad, historias del pasado siglo. Es una de las pocas fuentes que quedan que nos pueden narrar historias acerca de las miserias y las penurias de la mujer rural, no sólo de los altos de Guía y de Gáldar, sino de las zonas de la costa de Gáldar y Sardina.
Por motivos de salud, Marta Díaz no pudo estar presente en el acto, y fue un resobrino, Marcos González Díaz, el que recogió la talla inspirada en la figura de la Molinera de Antonio Padrón, realizada por el artesano, Manuel Díaz, dando las gracias en nombre de la homenajeada.






























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