Arucas tiene una isla
Hace ya quince largos años que Arucas tiene una isla en su centro urbano: el Mercado Municipal; impresionante edificio en planta rectangular que se convirtió, cuando fue inaugurado en 1862, en el segundo Mercado de Abastos de la isla de Gran Canaria.
Sin embargo, la historia parece no servir para nada. Causa tristeza, y dolor, ver su estado actual, en el que las nuevas generaciones de aruquenses ni siquiera se percatan de su extraordinaria presencia; no digamos ya de su historia viva y vivida, al socaire del punto de encuentro que era. Y que debe volver a ser. Pero el arraigo es una cualidad que se tiene o no. Quiero decir que el problema de su cierre, y de su olvido casi permanente, no encuentra una salida porque no se dispone de la solvencia necesaria, no solo para comprender su trascendencia en la historia local, sino que ni siquiera las partes implicadas son capaces de imaginar la importancia que para sus habitantes tiene.
Por eso hablamos de una isla dentro de la ciudad. Una isla a la que le ha dado un mal viento, un siroco extraño que ha borrado de las memorias recientes la trascendencia de ese espacio. El Mercado Municipal se ha convertido en un nubarrón triste en el mismísimo centro urbano.
Y, llegados a este punto, me imagino que lo que procede es acabar cuanto antes con este delirio. Más que nada porque se lo debemos a los niños y a los jóvenes de ahora, que en un futuro conformarán una nueva Arucas. Y también nos sentimos en deuda con nuestros antepasados, que gozaron de una lucidez e inteligencia extraordinarias.
No sé si me explico.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.218