El Club de Mayores del casco galdense y el ayuntamiento de Gáldar, brindaron este martes, un reconocimiento a Isidro Vera Suárez, socio fundador del club, que el próximo once de octubre, cumplirá los 100 años de vida.
Acompañado de su familia, Isidro Vera se mostró muy emocionado por este homenaje, encuadrado dentro de la celebración del Día del Mayor en el municipio.
Isidro Vera quita importancia a los cien años que está por cumplir, ya que asegura que la edad es la que uno quiere vivir.
Para él lo principal es una vida sana, y asegura que es en esta premisa en la que radica el secreto de una vida larga. Por eso dice, que ni fuma, ni bebe ni trasnocha, ya que cada día se acuesta a las diez de la noche, y también dice que como no tiene vicios, está bien de salud.
Isidro Vera es un hombre sencillo, humilde, al que le gusta escribir. Tiene un libro de poemas del que dice que no es bueno porque tiene poca cultura, y esta aseveración demuestra que cultura tiene mucha.
Es un hombre de profundas creencias religiosas. Tiene una gran fe que hace unos años le llevó a escribir un libro en el que cuenta su experiencia religiosa y que ha sido publicado por Infonortedigital.
A punto de cumplir 100 años, sigue mirando a la vida con la mirada que solo tiene el que es un buen hombre.
Semblanza de Isidro Vera Suárez:
Hijo de D. Isidro Vera Suárez y Doña Andrea Suárez Vega, ambos de Gáldar, fue el menor de seis hermanos, todos ya fallecidos: Bartolomé, Miguel, Antonio, Concepción y José Suárez Vera.
Cuando contaba con tan solo dos años de edad, su padre emigró a La Habana en Cuba, en busca de un futuro mejor para su familia, quedando al cuidado de su madre, una mujer que marcó su vida y que recuerda aún con mucha emoción. Como él mismo dice, con ella siempre fui muy generoso y muy bueno.
Cursó estudios primarios, pues tuvo que comenzar muy joven a trabajar y ayudar al sustento en su casa. Es por lo que cuenta con tanto orgullo, como con tan solo 58 kilos de peso, podía cargar los sacos de millo de 120 kilos que llegaban en barco al muelle de Sardina, dinero que entregaba íntegro a su madre.
Hasta que aprendió el oficio de carpintero con Maestro D. Juan Rodríguez, profesión a la que se dedicó toda su vida.
D. Isidro se casó una vez fallecida su madre, con Doña Josefita Ramos Pérez, una mujer del Puerto de la Luz de Las Palmas, con familia en Gáldar, quien murió en 2012 con 89 años de edad.
Todavía recuerda como se enamoró de ella, en la Plaza de Santiago, muy cerca de donde vivía él con su madre, quien heredó una casa en la calle Reyes Católicos número 4, esquina con Tazarte.
Fue en esos paseos en la Plaza de Santiago, cuando los hombres y mujeres ronroneaban en el trayecto de ida y vuelta y a la inversa, cuando se fijó en ella y se hicieron novios para luego casarse.
Aunque no pudieron tener hijos, ambos fueron muy felices durante sus más de 50 años de matrimonio.
Ha vivido en Gáldar toda su vida, menos los años en los que tuvo que partir hacia la Guerra Civil Española, una vez terminado el servicio militar, y a excepción de un corto tiempo que pasó también trabajando en Tenerife, de carpintero, el resto de su vida ha transcurrido en Gáldar.
Del municipio que lo vio nacer habla con ternura, pues ha sido y es "su pueblo". Como él bien dice "todo el mundo arrima el ascua a su sardina"; y él la arrima para Gáldar, esa Gáldar que ve desde el mar a La Montaña desde su domicilio actual en Lomo III. Recuerda, al hablar del mar, sus baños en El Agujero y sus paseos por el pueblo donde aún conserva el almacén y las máquinas de su antigua carpintería. Y, como no, Barrial, donde vivió con su esposa en los pisos sociales.
A D. Isidro Vera Suárez le acompañan hoy en sus días su prima Liduvina y su sobrina Emma, además de sus sobrinas Pili, Olga, Lolina y Carmelo. Es un hombre que mantiene intactos sus recuerdos y un excelente conversador.
Con una férrea creencia en Dios , acude cada domingo a Misa y cree que ha llegado a los cien años gracias precisamente a su fe y a su Dios, quien se le apareció una noche -tal y como contó en un libro-, en la que describió como La noche más hermosa de mi vida-, y le dijo textualmente: "te has portado bien", algo que no puede olvidar, que recordará y recuerda siempre para quien lo quiera escuchar y para quien lo quiera creer.
Es precisamente por esta creencia de que nunca ha hecho el mal a nadie y siempre ha sido enormemente bueno, por lo que dice que nunca ha estado enfermo, y hasta hoy día mantiene una buena salud, una salud de hierro.
Camina sin ayuda y come prácticamente de todo, menos arroz, carne y macarrones porque confiesa que no le gustan. Pero se siente bien y saludable.
De resto, agradece una vida que llega el próximo 11 de octubre al centenario y este homenaje que le brindan el Ayuntamiento de Gáldar en el Club de la Tercera Edad de Gáldar, donde fue socio y secretario accidental.
D Isidro Vera Suárez un hombre bueno con quien la vida también ha sido buena.
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