El color mostaza viaja por la villa de Sintra

María Mercedes de Grimón Miércoles, 26 de Agosto de 2015 Tiempo de lectura:

HOLA a todo el mundoooooo!!! ¡Ya estoy de vuelta! Ustedes saben que para mi los días que no actualizo, son días perdidos. No obstante, me tocaba desconectar y disfrutar de mi viaje como ganadora del POPULAR LOOK de "Enamórate de Binter". Estas segundas vacaciones han sido ESPECTACULARES. Vengo renovada, con las pilas cargadas y sobre todo, muy feliz y llena de ganas de contaros muchos de los secretos que esconde la ciudad de Lisboa.

En esta primera publicación con look arregladito sin tanta complicación inicié uno de los destinos más obligados cuando visitas Lisboa. Desde SINTRA os hago llegar este lindo post.

Esta villa portuguesa del distrito de Lisboa es una de las visitas como ya os decía, más obligadas en un viaje a Portugal. Es un encanto de pueblo, perfecto para perdernos entre sus preciosas calles y disfrutar de los espectaculares edificios representativos como el Palacio da Pena y el Palacio da Regaleira entre otros.

Cuando me comentaban amigos y familiares la belleza que posee esta villa, se quedaron cortos...te deja sin palabras. Al igual, que me recomendaron visitar el Palacio da Pena que es la imagen más famosa de Sintra. Sin embargo, mi chico y yo estando allí, sentimos mucha curiosidad por el Palacio da Regaleira. Y fue entonces, que me atreví a descubrir las misteriosas grutas, torres, pozos y jardines de toda esa magia que había detrás de cada piedra en la "Quinta da Regaleira". Cada rincón poseía una importante simbología, tanto el palacio como la Capela Santíssima Trindade o el Pozo Iniciático. De verdad, cada uno de ellos se ganaba toda nuestra admiración, y sobre todo, la mezcla de estilos arquitectónicos que allí se aprecian ¡Son un alucine!

En conclusión, en base a la historia, secretos y misterios que encierra la Quinta da Regaleira, la han convertido en un monumento mucho más apasionante.

Como verán en algunas fotos que os tengo preparadas, los jardines que rodeaban el palacio también poseían una destacable fusión en combinación con la inmensa naturaleza y en medio de todo ese bosque, se escondía un torreón desde el cual pude contemplar toda Sintra.

Es curioso, lo que cultiva a una persona viajar a otra ciudad. Se me eriza el vello mientras escribo estas líneas, parece que retrocedo en el tiempo y estuviera de vuelta recorriendo esos caminos...

La verdad, podría seguir describiendo esos espacios y quitarle el protagonismo hoy al outfit, pero sé que muchas no me lo perdonarían (risas). Así que intentaré ser breve...me interesa por esta vez, que disfruten de mis andares por Sintra...

Objetivamente, el mostaza es un color que a muchas resulta horripilante a la vista. Sin embargo, yo soy de las que arriesga y en particular, me gusta como le sienta a mi piel bronceada. Y todavía me parece mucho más perfecto ya que es un color que alegra los looks.
Pues hoy les presento mi nueva adquisición, un vestido sencillo de Blanco, de corte recto pero con un bonito y atractivo detalle, sus vuelos en las mangas.

Para combinar este color, hazlo con tonos en marrón, el azul marino, los tonos verdes y el violeta entre otros posibles. Primera prueba de ello, ha sido añadir un collar de mi propia creación algo austero sin mucho abalorio pero muy adecuado y de atractivos flecos que alternan mostaza y ese violeta del que les hablo. Aquí os dejo un bonito ejemplo.
Por otro lado, pensé en unos taconazos de ante, de Zara, monísimos y que apenas he dado utilidad...pero, donde iba requería más la comodidad y opté por llevarme estas nuevas sandalias de plataforma de esparto, que además, son un producto típicamente español y que ha perdurado a través de los años. Seguro que todos, o al menos en mi caso ha llevado alguna vez un buen par de alpargatas.

Por cierto, no quiero dejar atrás un detalle acerca de llevar tacones por Lisboa. Al llegar a la ciudad, me percaté en un gran detalle, las aceras portuguesas eran un caos para llevar tacón. En mis cuatro días en Lisboa, no vi a una sola lisboeta en taconazos. Entonces, mientras consultaba una guía para confirmar mi pensamiento "di en el clavo" ir en tacones es uno de los diez errores que puedes cometer al visitar la ciudad.
Pues si amig@s, así de caprichosas son las aceras de Lisboa. Su particular adoquinado está hecho con cantos, parecido a la losa muy lisa de color blanco en forma de rombo. Pero ustedes tienen aquí a una blogger previsora (risas) y opté siempre por zapatillas cómodas y para esta aparición las nuevas esparteñas que son todo un must have y que me sacaron de un apuro.