La partida de ajedrez de esta campaña electoral ha comenzado, y el primero en mover ficha ha sido el PP grancanario con su lista electoral al Cabildo, y esa jugada del número tres, colocando al hijo en contra del padre. Claro que el padre respira tranquilo porque el hijo está bien colocado, y consejero será con toda seguridad, pero esta jugada con el movimiento del hijo, deja al padre en posición de perder algunos votos, ya que serán algunos los que se planteen eso de si votar al padre no acarreará hacer jefa cabildicia a la lideresa del hijo, y como la ciudadanía quiere las cosas claritas, pues estas relaciones políticas paternos filiales como que escaman muy mucho.