Un homenaje en el día de la Virgen de La Vega (Fotos y vídeo)

La mañana de este sábado, 21 de marzo, amaneció lluviosa en Gáldar, por lo que todo apuntaba a que la celebración de la festividad de la Virgen de La Vega, corriera peligro.

Sin embargo, ni el frio mañero ni la lluvia, impidieron que a media mañana, Manolo El Guanche y Santiago, montarán el brasero a las puertas de las Casas Consistoriales, y se metieran en la faena de preparar los sabrosos bocadillos de chorizo de Teror, y pasaran por gofio las sardinas para después asarlas.

Y así los olores del pan con chorizo y las sardinas asadas, fueron llamando a los vecinos para que acudieran a la cita festiva, y al mediodía, el sol salió con fuerza para recibir a la imagen de la Virgen de La Vega.

Los Cebolleros y Facaracas se encargaron también de animar la mañana con las isas y folías, acompañando después a la comitiva en su recorrido hasta Huertas del Rey.

En la calle Audiencia, una emocionada Pinito Valencia, esperaba a la comitiva acompañada de la familia.

En su mente, se agolparon rápidos y precisos, mil recuerdos del esposo ausente, ya que este año, en la Bajada de La Virgen de La Vega, se rindió un más que merecido homenaje Antonio Suárez Martel, fallecido el año pasado.

Por eso, este año, los deliciosos queques y buñuelos que preparan Pinito y Cecilia, también tuvieron sabor a recuerdo y añoranza.

Las dos, en sus respectivas cocinas, durante varios días, se entregaron en cuerpo y alma, a la elaboración de los apetitosos, un trabajo hogareño, que como decía Cecilia, llenó de olor entrañable las viviendas.

En la plaza del Cristo, se hizo la correspondiente parada de la Virgen, y se aprovechó el descanso para degustar los dulces de Pinito y Cecilia, acompañados por el vino de las Bodegas Viejo Antón.

Después, se continuó el camino hasta el parque Huertas del Rey , donde se izó la bandera de al Virgen, y se cantó y se disfrutó de la convivencia vecinal hasta bien entrada la tarde.

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