
Después del bullicio del día y la tarde, en el que las conversaciones y risas infantiles toman la Calle Larga, cuando los visitantes dejan de hacerse fotos y la ciudad recupera la calma, entonces llega la noche y es la oportunidad de realizar un paseo sosegado y nocturno por las flores de Gáldar.
Reluce en la oscuridad el brillante y colorido navideño, mostrando a la mirada fotográfica, la imaginación escondida en los distintos espacios de la exposición floral.
Da las buenas noches el gigante Papá Noel, al tiempo que invita a subir en el trineo y las enormes galletas navideñas traen el recuerdo de navidades pasadas con la familia reunida en la cocina.
Parecen que están a punto de alzar el vuelo los globos, ovejas, jirafas y ciervos, en la quietud de la noche, corren en libertad.
Vigilan los soldaditos, cuidando para que los conejitos no se escapen de la madriguera, y los osos ríen antes de dormir.
El tren se abre para que el paseante se siente y recobre fuerzas para seguir con el recorrido.
El rojo de las flores de pascua luce más rojo en la noche y el verde de las plantas recuerda el paisaje de antaño, con el agua de diciembre corriendo por barrancos y caideros.
Mientras Gáldar duerme, en la Calle Larga, la Navidad florece.
01 Galería fotográfica en este enlace
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02 Galería fotográfica en este enlace
(Infonortedigital)
































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