El favoritismo también es corrupción
El favoritismo también es otra forma de corrupción. Enchufar a familiares, amigos y conocidos en perjuicio de otros, seguramente con más mérito, es una costumbre muy arraigada en los partidos apecebrados al poder. Entrar en un Ayuntamiento y tropezarnos con los mismos que pululaban años atrás en el entorno satelital de determinados grupos políticos, ejerciendo funciones de lo más variopintas, es el modus operandi del estercolero político en que se ha convertido Canarias, dejando a las claras que allí lo que se cuece no es el interés general sino el de unos pocos. Lo mismo sucede en muchas Direcciones Generales y otros cargos intermedios de Cabildos y Gobierno Autónomo de señores que van a vegetar durante cuatro años, sin otra voluntad que ver el cómodo discurrir del tiempo, mientras medran para renovar por otros cuatro.
Todos estaremos de acuerdo en que la iniciativa empresarial mediante la creación de pequeñas empresas o el trabajo autónomo está muy necesitado de un impulso y apoyo serio desde las Administraciones. Sin embargo esto no sucede casi nunca. La mayor parte de ayuntamientos e instituciones públicas no implementan medidas reales de apoyo al comercio local, más allá de las impostadas fotos del Alcalde de turno en la inauguración de las iniciativas de los más valientes, haciendo propios los méritos ajenos. Son normalmente los emprendedores los que en total soledad deben asumir los riesgos, sin ayuda o empuje alguno por parte de las administraciones públicas, especialmente durante los primeros años, que suelen ser los más duros. Se echan en falta por tanto ayudas serias a través de la creación de “semilleros de empresa” con la cesión de locales a precio tasado u otras ayudas para el fortalecimiento de un tejido empresarial, el pequeño comercio y los autónomos.
Sin embargo constatamos la cesión a particulares de locales municipales sine die por afinidad política, favoritismo o amistad, en claro perjuicio con cientos de emprendedores que luchan por salir adelante con sus proyectos personales, sin ayudas ni amiguismos. Otros, ni siquiera pueden plantearse la puesta en marcha de un negocio o pequeña empresa; los obstáculos y gastos son muchos y las ayudas muy pocas. En determinados ayuntamientos se ha generalizado este nepotismo y tráfico de influencias como parte inseparable del proceder antidemocrático de estas administraciones. Los negocios de estos “amigos” llevan años funcionando al margen de la legalidad, amparados por la propia administración. Ni siquiera hace falta identificarlos por sus nombres y apellidos. Son de sobra conocidos por todos, pero parecen “intocables”… Son negocios y actividades profesionales que llevan años disfrutando de instalaciones o beneficios municipales sin pagar un sólo euro. Es un mal endémico que algunos ayuntamientos arrastran por décadas. Luego se llenan la boca con aquello de la emprendeduría y los proyectos para revitalizar zonas comerciales, especialmente en campaña electoral. Como es lógico nadie denuncia ni quiere indisponerse con el Ayuntamiento porque, ayudar no ayudan, pero pueden dificultar bastante la puesta en marcha y el desarrollo normal de un negocio o comercio.
La manifestación de autónomos del pasado domingo 30 de noviembre, debió llegar hasta las puertas de los ayuntamientos para pedir igualdad de trato y políticas públicas reales para todos, también para los que no tienen “padrino”.
Los recursos públicos (los locales municipales y las reiteradas contrataciones públicas lo son), no deben ser utilizados para favorecer a los de siempre, a los que llevan años viviendo al calor de lo público, sino para apostar por las iniciativas serias de todos los emprendedores.
Paco Vega




























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.42