“La mar no se aprende sola”: el documental que rescata la memoria y el futuro de la pesca artesanal en Agaete

 

La Plaza de la Constitución de Agaete acogió en la tarde del viernes la esperada proyección del documental “La mar no se aprende sola”, proyecto documental de la Plataforma Salvar Agaete con la colaboración de la artista audiovisual Violeta Gil, un encuentro cargado de emoción, memoria y sentimiento comunitario. Aunque el acto comenzó con un ligero retraso —algo ya casi tradicional en el municipio, donde toda actividad cultural parece saber esperar pacientemente a que concluya la agenda eclesiástica—, la espera no empañó el entusiasmo del numeroso público asistente.

 

Alrededor de 200 personas se reunieron para ver esta obra que rescata la memoria viva de la pesca artesanal, una asistencia que confirma una vez más el profundo vínculo que mantiene el pueblo de Agaete con su mar. Porque, como bien recordó el documental, “la mar no se aprende sola”, y quienes allí estaban la aprendieron de generación en generación, con manos curtidas, madrugadas frías y un conocimiento que hoy se reconoce como patrimonio cultural.

 

La proyección estuvo marcada por una mezcla de nostalgia, risa y orgullo, especialmente entre familiares de los protagonistas —pescadores, vendedoras y vecinos— que se vieron reflejados en las imágenes y testimonios. Ellas, las vendedoras, son sin duda protagonistas, porque siempre han sido las grandes invisibilizadas, pero aquí se recuerda que ellas lo transportaban y lo comercializaban. Sin ellas nada era posible. Así, la pieza no solo mostró recuerdos y escenas del pasado, sino que abrió un espacio de reflexión colectiva sobre el presente de la pesca artesanal y su incierto futuro.

 

 

El documental subraya la importancia de preservar las actividades primarias, esenciales como motor económico y social, además de ser aliadas fundamentales para el mantenimiento de los ecosistemas marinos, frente a prácticas industriales como la pesca de arrastre. A la vez, alertó sobre amenazas que pesan sobre el sector en Agaete: desde la pérdida del relevo generacional hasta el impacto de infraestructuras portuarias modernas. Los pescadores relataron cómo la entrada en funcionamiento del barco de Fred. Olsen redujo notablemente las capturas desde el inicio de su actividad, cambiando para siempre la dinámica pesquera en la zona.

 

El documental deja un mensaje claro: si no se actúa, el cemento puede terminar sustituyendo a las nasas, y con cada pescador que se va, también se apaga un modo de vida que ha sostenido la identidad de la Villa.

 

Según informó la Plataforma Salvar Agaete, “La mar no se aprende sola” volverá a proyectarse en más ocasiones y tendrá un lugar destacado en colegios e institutos, donde ayudará a que los jóvenes conozcan una actividad esencial que vertebra no solo la historia y la identidad del pueblo, sino la de todos los enclaves marineros de Canarias.