Como campanillas

Quico Espino

[Img #33771]
 
Me parece estar oyendo las risas de Alma y Viti igual que esquirlas de campanillas que suenan como las vibraciones de un instrumento musical, un timple, un violín, o una guitarra,  sin ser conscientes de que su risa tiene beneficios cognitivos que disminuye las tensiones y contribuye a un positivo estado de ánimo. 
 
Creo ver así mismo la sonrisa de oreja a oreja del padre que saca la foto, al mirar a sus niños tan contentos, riendo, que es la mayor expresión de su alegría, más que una hermosa melodía, una especie de cielo abierto a la salud física y mental, pues reírse acrecienta la memoria, la atención y el aprendizaje. Mientras dura la risa, que supone una válvula de escape, se libera adrenalina y se potencia la creatividad y la imaginación.
 
Mis padres, sobre todo mi madre, me decían que yo no era un niño muy risueño pero que cuando me reía lo hacía con ganas. Lo que sí está claro, viendo esta foto, es que me adelanté a la era jipi
 
[Img #33770]
 

… ya que con seis meses ya llevaba una flor en la mano, aparte de tener, según mi padre, que le gustaba más una broma que comer, las orejas desabrochadas. 

 

Quien sí se reía a carcajada limpia era Sven, mi sobrino sueco,

 

[Img #33769]

 

…. que hacía que todo el mundo se riera con él porque su risa era muy contagiosa y se la pegaba por parejo a familiares y amigos, los cuales alegaban que se sentían bien en compañía de aquel bebé, al que consideraban un niño feliz, cuya alegría tenía poderes terapéuticos. 

 

De este niño de pelo negro, de nombre Amaru, creo,

 

[Img #33772]

 

… me dijo el autor de la foto, sacada en la selva de Pukallpa, región de la Amazonia peruana, atravesada por el río Ucayali, que, a pesar de lo serio que parece, cuando el pato se ponía a parpar, (palabra nueva que aprendí en Saber y Ganar, que significa graznar), el chiquillo empezaba a reírse de tal manera que se orinaba los pantalones, y por eso se cubría esa zona con la mano izquierda, no porque fuera precavido, como fueron el rey Juan Carlos y la reina Sofía, siendo príncipes, pues él tenía las manos cruzadas sobre el pompis y ella a la misma altura, pero por delante.

 

Emma, recostada sobre el hombro de su padre, con la mirada en otra parte, como si ya estuviera sumida en el sueño en el que va a ser protagonista,

 

[Img #33773]

 

… también tiene una risa comparable a las campanillas, cascabeles de cristal que tintinean, haciendo que el aire se llene de alegres y armónicas melodías.

 

Es bueno cultivar la risa de los niños. Es esencial proporcionar un ambiente lúdico y compartir momentos divertidos, pues la risa es un regalo que damos a los niños para toda la vida.

 

Las miradas de los niños
son sinceras y elocuentes.
Es propio de su inocencia
decir siempre lo que sienten.

 

Su risa es muy contagiosa,
como una especie de fuente
de la que todos bebemos
para nutrir nuestras mentes.

 

Texto: Quico Espino

Fotografías: Víctor Mendoza, Ignacio A. Roque Lugo y Saulo Ruiz Díaz.

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.32

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.