Sociedad

Mamadou Sylla y su viaje hacia la esperanza lleno de dignidad

Mamadou dice que el mar se ve diferente desde Senegal, porque se ve desde la esperanza, pero desde Canarias, se siente distinto, porque se sabe que el viaje no termina bien para todos

María Josefa Monzón Lunes, 27 de Octubre de 2025 Tiempo de lectura:
Mamadou Sylla en una instantánea durante la entrevista (foto: Jesús Quesada Medina)Mamadou Sylla en una instantánea durante la entrevista (foto: Jesús Quesada Medina)

A finales del año 2019, desde Senegal, Mamadou Sylla llegó a Gran Canaria. Dejaba atrás, años duros de trabajar en la pesca desde niño, de afrontar unas condiciones de vida en las que el futuro estaba ausente. Tenía claro que quería mejorar, y eso pasaba por el viaje en patera, siendo consciente de que se jugaba la vida.


Tenía dinero ahorrado y negoció en secreto su viaje. Sólo se lo dijo a su hermana, porque el silencio en esta travesía tiene que imperar.


Junto a otras 129 personas se embarcó en la patera. Ocho días en el mar, tres de ellos sin comida, bebiendo solo agua salada endulzada con azúcar. Muchos de sus compañeros lo pasaron mal, e incluso uno falleció. Su conocimiento de la mar lo ayudó a superar el viaje.

 

Pudieron llegar a Gran Canaria, y Mamadou asegura que Salvamento Marítimo y Cruz Roja, cuidaron con esmero de los que llegaron mal.


Fue trasladado a un centro en Santa Cruz de Tenerife, donde estuvo tres meses y aprendió a conocer el idioma. Después fue trasladado al centro de Vecindiario, y como tiene hermanos que viven en la isla, pudo salir.


Durante cuatro años trabajó en un invernadero de forma irregular, pero al final le ayudaron a arreglar los papeles, y posteriormente consiguió un puesto de trabajo en una finca en Gáldar, municipio en el que ahora vive, y en el que con esfuerzo y tenacidad, se está labrando su futuro.

 

[Img #33249]

 

Mamadou dice que el mar se ve diferente desde Senegal, porque se ve desde la esperanza, pero desde Canarias, se siente distinto, porque se sabe que el viaje no termina bien para todos. Se le revuelve en lo más hondo cuando llegan las noticias de los que no lo consiguieron.


Está muy agradecido por la acogida que tiene en Gáldar. Asegura que desde que sale a la calle no para de saludar, y destaca la amabilidad de los galdenses, empezando por sus amigos de La Heladora, que lo cuidan con una empatía y solidaridad tan auténtica, que emociona en lo más hondo.


Trabaja duro en la agricultura, pero sus ganas de superación son inmensas, y por eso, desde hace tres años, se forma en el Centro de Adultos de Gáldar, consciente de que la educación es esencial para progresar.


Mamadou ayuda cada mes a su hermana que quedó en Senegal, y dice que irá a visitarla cuando pueda, pero que su sitio ya esta aquí, en esta tierra isleña que ya siente como suya.


Ante los mensaje de odio que proliferan en estos tiempos, responde que el solo es un chico, un hombre de treinta y tres años, que quiere vivir con dignidad.


Mamadou Sylla, tiene grabada a fuego en el corazón la esperanza, pero no como concepto de utopía, sino como la realidad del día a día que se construye con esfuerzo, con tesón, con trabajo duro, luchando con valentía contra la adversidad, agradeciendo desde el corazón la amistad sincera que se le brinda, sabiendo que merece la pena el sueño de una vida mejor.

 

Mamadou ha hecho su viaje hacia la esperanza, un viaje que está lleno de dignidad y de una calidad humana que es una lección de vida.

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.102

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.