
Señor alcalde, su reciente entrevista sobre la planta de biogás en La Atalaya necesita unas cuantas aclaraciones.
Desde la Plataforma Stop Biogás en La Atalaya queremos contar las cosas como son, sin adornos ni vueltas.
No estamos aquí para pelear por pelear, sino para poner el foco donde toca: en la responsabilidad política y en la búsqueda de una solución de verdad, no de postureo ni de palabras bonitas.
1. La ubicación y la responsabilidad compartida
Desde el inicio hemos destacado que la Plataforma no tiene ningún color político, lo que nos une es impedir la construcción de la dichosa planta de biogás en la parcela que tienen en mente.
Usted dice que la ubicación de la planta la aprobó el anterior alcalde en enero de 2023, y que ahora a usted le toca “actuar con prudencia” para evitar una indemnización.
Hasta ahí bien… pero no cuente solo la mitad.
Sí, el exalcalde dio el primer paso firmando un certificado favorable iniciando este dolor de cabeza para los vecinos, pero usted y su grupo de gobierno siguieron el camino, emitiendo un informe positivo a petición de la Consejería de Transición Ecológica.
En vez de poner pegas o defender al pueblo, le abrieron la puerta al proyecto.
Así que no venga ahora a echar toda la culpa hacia atrás.
La responsabilidad es compartida, y los vecinos lo sabemos bien.
Porque, al principio, ustedes estaban encantados con la idea: fotos con técnicos de la empresa, sonrisas y palmaditas, como si la planta fuera una gran noticia.
Hoy cambian el discurso, pero, señor alcalde, la memoria del pueblo no es corta.
2. “Mientras yo sea alcalde”: ¿solución o excusa?
Esa frase suya que repite una y otra vez —“Mientras yo sea alcalde, esa planta no se va a hacer”— ya no tranquiliza a nadie.
Porque, díganos, ¿qué pasa cuando usted ya no sea alcalde?
¿Vuelve el peligro?
Nosotros no queremos promesas con fecha de caducidad.
Queremos una solución definitiva, no un parche hasta las próximas elecciones.
Si la planta no es viable, como ahora reconocen sus propios técnicos, el Ayuntamiento tiene que dejarlo por escrito, bien atado, para que nadie vuelva a intentarlo.
Eso sí sería gobernar con sentido común.
Su obligación es defender al pueblo, no aplaudir lo que le ponen delante sin mirar las consecuencias.
Los proyectos buenos para Guía son los que traen salud y futuro, no los que dejan peste y problemas.
3. Sí, reaccionaron tarde… y solo porque los vecinos apretaron
Usted dice que no reaccionaron tarde.
Pero, alcalde, si no fuera por el movimiento vecinal, todavía estaríamos a oscuras.
Fue la presión de la gente lo que les obligó a moverse, no su iniciativa.
Y encima el cambio fue más de palabra que de hechos: el Cabildo todavía no ha resuelto la declaración de interés público o social, así que el proyecto sigue ahí, agazapado.
Y seamos claros: el proyecto se presentó a escondidas, sin transparencia, sin informar a nadie, como si no tuviera importancia.
Después incluso sacaron un tríptico pagado con dinero público vendiendo las maravillas de la planta.
Cuando por fin se reunieron con los vecinos, lo hicieron tarde y mal, con un discurso más de vendedor que de servidor público: “Esto está hecho, no se puede hacer nada”, decían.
Y mientras tanto, usted salía en televisión diciendo que todo estaba bien.
Si de verdad estaba en contra desde el principio, ¿por qué no lo dijo alto y claro?
Hubiera bastado con un informe negativo cuando se lo pidió la Consejería.
Eso habría sido valentía.
Lo demás fue silencio cómplice, y eso también tiene consecuencias.
4. La fecha de 2027: la unidad vecinal no caduca
Usted habla del 31 de diciembre de 2026 como fecha para celebrar que la empresa pierde la subvención.
Nosotros no celebramos por calendario, señor alcalde. Celebramos cuando la amenaza desaparezca del todo. Mientras esa planta siga en los papeles, o exista la mínima posibilidad de que la intenten colar por otro lado, ahí estaremos.
Sabemos que estas luchas son largas.
En otros pueblos de Canarias y de España, los vecinos han tardado años en ganar batallas parecidas, y lo lograron porque no se rindieron. Nosotros tampoco lo haremos.
¿Puede decir usted lo mismo?
Cuando el proyecto se retire completamente, ahí sí habrá motivos para brindar.
Y no será un brindis por usted ni por su grupo de gobierno.
Será por el pueblo de La Atalaya, que demostró que cuando se une, no hay poder ni empresa que lo doblegue.
Ustedes quedarán como los malos estudiantes, que reaccionaron tarde, los que solo se movieron cuando el suspenso era inminente.
Y los verdaderos protagonistas serán los vecinos y vecinas que, con cabeza y corazón, defendieron la salud, la dignidad y el futuro del barrio.
Conclusión
Señor alcalde, no queremos enfrentamientos ni palabras de cara a la galería. Queremos hechos. Queremos garantías.
Queremos que ninguna planta de biogás vuelva a amenazar nuestras casas ni nuestra tranquilidad.
El pueblo de La Atalaya ha demostrado que sabe organizarse, informarse y plantarse con respeto, pero con firmeza.
Y así seguiremos, hasta que la justicia ambiental y el sentido común manden más que los intereses empresariales.
Porque, aunque usted quiera dar el tema por cerrado, la realidad es que la última palabra, en este momento, la tiene el Cabildo de Gran Canaria, porque usted se la ha dado.
Después ya veremos a quién le cae la responsabilidad.
De momento, aquí seguimos, vigilantes, unidos y con la cabeza bien alta.
Plataforma Stop Biogás en La Atalaya
Guía de Guia | Martes, 14 de Octubre de 2025 a las 20:13:15 horas
Se nota que les cortaron la vía por donde podían hacerse un hueco en política y por eso siguen erre que erre. Recuerden que los principales precursores de esta plataforma ya tiene su hueco en un partido político para el 27. De ahi esta perreta de seguir publicando lo mismo una y otra vez
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