Servidor público, con honestidad y vocación

Juan Jiménez Suárez

[Img #32590]Pocas experiencias resultan tan humanas y gratificantes como la de ser servidor público. Es un espacio donde el compromiso, la empatía y el trabajo constante se encuentran con los sueños y las necesidades de nuestros vecinos y vecinas. Aunque el camino tiene momentos dulces y sin duda desafiantes, también tiene otros difíciles, pero siempre deja en quien lo desempeña la satisfacción de haber servido a los demás con honestidad y vocación y, con ello, del deber cumplido.

 

Dedicarse a la política local significa estar cerca de la gente, escuchar sus inquietudes, compartir sus esperanzas y acompañar sus desafíos. Es pensar y trabajar con la mirada puesta en el futuro, en el desarrollo de nuestro municipio y en la mejora de la vida cotidiana de cada persona que lo habita. Es entender que cada decisión, por pequeña que parezca, puede transformar una calle, mejorar un barrio o ayudar a una familia.

 

La parte dulce llega cuando vemos los frutos del esfuerzo compartido, cuando un proyecto se concreta, cuando un vecino agradece una gestión, cuando el municipio prospera gracias al trabajo conjunto de todos. Es entonces cuando comprendemos que la verdadera satisfacción no está en los reconocimientos, sino en saber que hemos contribuido a construir algo mejor, a dejar una huella positiva en nuestra comunidad.

 

Pero también existe la parte difícil de la que hablaba al comienzo. Aquellos momentos en los que, pese a nuestro empeño y dedicación, las circunstancias legales, técnicas o administrativas nos impiden dar una solución inmediata a lo que el ciudadano percibe como sencillo. A veces la burocracia o las normas del urbanismo limitan lo que nuestro corazón desearía resolver al instante. En esos momentos, la incomprensión puede doler, pero forma parte de la responsabilidad de gobernar con rigor y justicia. No todo se puede, aunque siempre se quiera.

 

Sin embargo, incluso en esos días difíciles, prevalece la satisfacción de servir. Porque para eso estamos aquí, esa es la razón de ser de los servidores públicos. Y aunque no siempre veamos los frutos de inmediato, sabemos que cada paso, cada gestión, cada palabra de aliento deja una semilla de progreso y esperanza.

 

Trabajar por tu municipio es trabajar por las personas, por su bienestar presente y su futuro. Es poner tu energía, tus conocimientos y tu ilusión al servicio de los demás, sabiendo que no hay mayor recompensa que mirar atrás y reconocer que, con aciertos y errores, tu paso dejó una estela de buenas obras, de compromiso y de amor por tu municipio y por las personas que formamos parte de él.

 

Al final del camino, eso será lo que realmente habrá importado, haber hecho algo por los demás. Haber entregado lo mejor de ti con dedicación y honradez. Porque la política local, pese a sus días amargos es, por encima de todo, un acto de amor hacia la comunidad.

 

Juan Jiménez Suárez

Concejal de Vías, Obras e Infraestructuras del Ayuntamiento de Santa María de Guía

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.50

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.