Las aerolíneas de bajo coste han lanzado una ofensiva para absorber el millón de asientos que en los próximos meses dejará de operar Ryanair, que este viernes volvió a amenazar con retirar otro millón de plazas para el próximo verano si Aena no revierte su aumento de tasas aeroportuarias. Si no lo hace una, lo harán otras, pero el negocio siempre está garantizado.





























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