La Aldea celebró este miércoles el día del patrón san Nicolás, y lo hizo en familia.

Rosa y Mamen, las dos hermanas, madrugaron para ir a la misa de las siete de la mañana, coger el pan, y después prepararse para disfrutar de los amigos, acogiéndoles en su casa con un almuerzo del que se gozó.

Santi y María José llegaron para acompañar al patrón en su recorrido por el casco y después disfrutar del aperitivo con los amigos.

Rosa este año, pudo acompañar a su hija y a su pequeña nieta, disfrutando juntas de este día tan señalado, que toca de llenó en el corazón.

Y se volvió a cantar ese himno que sale de los más profundo del alma aldeana, en el que con inmenso amor se deja claro que siempre se quiere volver a La Aldea.

Después de disfrutar del almuerzo en la mejor compañía, llegó el tiempo de planchar de prisa la ropa romera, ponérsela y salir a la calle, a reencontrarse con los amigos de toda la vida para ofrendar al patrón.

Sonaron los timples y guitarras, se cantó con ganas, se encendieron los braseros expandiendo los aromas de la buena gastronomía, y se compartió un tiempo de fiesta que llenará de recuerdos la memoria.

Y en el día de san Nicolás estuvo presente ese deseo de que pasaran las horas para amanecer en el nuevo día del Charco.

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(Infonortedigital)