
La RAE define valiente como “dicho de una persona capaz de acometer una empresa arriesgada a pesar del peligro y el posible temor que suscita”.
Esta semana, mientras me tomaba el café de la mañana con mi madre, escuchábamos la radio. Una emisora local donde, amenizada con preciosas canciones románticas, una señora hablaba del amor.
Nosotras teníamos nuestra propia charla hasta que algo en las palabras de la locutora, encendió una llama dentro de mi: “hoy en día el amor dura menos porque las mujeres son menos valientes, porque ponerte unos tacones y un vestido bonito no te hace ser mujer”. ¡¡¡BOOOMM!!
Mi madre dice que se me salieron los ojos de las órbitas. Me hubiera gustado tener una forma de explicarle a esa señora que no, que ser valiente no tiene nada que ver con el amor, o con ser más o menos mujer.
La valentía es un rasgo que tenemos a la hora de enfrentarnos a situaciones arriesgadas y de peligro, situaciones que nos pongan en alerta, de miedo, de dolor…Y, señora, si llega usted a leer este artículo, el amor no tiene que significar nada de eso.
Seguí escuchando porque me veía venir por donde iba el discurso. Claro, las mujeres de hoy en día no aguantamos nada. Es que no tenemos que aguantar, el amor no va de aguantar. Ese discurso machista y retrógrado de soportar carretas y carretones encerradas en relaciones tóxicas que no nos hacen felices está muy obsoleto ya.
Las mujeres de ahora, siguiendo la forma de expresión que ella usó, somos libres y no nos sometemos. No aguantamos por el qué dirán.
Valientes, fueron todas aquellas que aguantaron por su familia, por sus hijos, por sus convicciones por lo que ellas quisieran, igual de valientes que somos nosotras por no hacerlo. Por darnos nuestro valor como seres humanos iguales, por buscar la felicidad al lado de alguien que nos mima y a quien mimamos, con quien compartir la vida, las responsabilidades, lo bueno y lo malo. Tan valientes como unas como las otras.
El amor no debería ser sinónimo de miedo, todo lo contrario. Ser valiente es saber sobreponerse, es tener madurez para afrontar las relaciones y remar junto a tu pareja para que todo llegue a buen puerto.
¿Por qué considera usted, señora locutora, que las mujeres de hoy en día no somos valientes? Tengo 42 años, soy una mujer de ahora, pero lo suficientemente madura para entender que el amor no tiene que doler, que no tengo que ser valiente, según su criterio, y aguantar humillaciones y malos tratos. Eso no es ser valiente, es ser sumisa y eso es algo que efectivamente, ya no somos.
Amo a mi marido más que a nada, pero los dos tenemos claro que, desde que no estemos bien juntos, cada uno por su lado. Saber irse a tiempo de donde ya no eres feliz, también es de ser muy valiente.
Zeneida Miranda Suárez
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