
El pueblo de Montaña Cardones se reunió el pasado jueves para rendir un emotivo homenaje a la enfermera Magdalena González Fuentes, quien se jubila tras más de 30 años de dedicación y servicio en el sector de la salud. La ceremonia, que tuvo lugar en el Edificio de Usos Múltiples de la localidad, fue un tributo a la increíble trayectoria profesional de González, marcada por su compromiso y amor por la enfermería.
Desde su llegada al centro de salud hace catorce años, Magdalena se ha convertido en un pilar fundamental para la comunidad. Con una sonrisa siempre presente y una actitud positiva, ha brindado atención a miles de pacientes, convirtiéndose en un referente no solo médico, sino también emocional para muchas familias de Montaña Cardones. "La enfermería no solo es una profesión, es una vocación", expresó González durante su discurso de despedida. "He tenido la suerte de poder acompañar a tantas personas en sus momentos más vulnerables, y eso es algo que llevaré siempre en mi corazón”.
Durante la ceremonia, se proyectó un vídeo que recopilaba momentos destacados de la carrera de González, con testimonios de pacientes y colegas que la describieron como una persona compasiva y siempre dispuesta a ayudar. "Ella nos enseñó que cada paciente es un ser humano con una historia, no solo un número en una lista", compartió con emoción un ex paciente que destacó cómo la atención de Magdalena lo ayudó a superar un momento crítico en su vida.
El homenaje también sirvió para reflexionar sobre la importancia del personal de salud, especialmente en tiempos de crisis sanitaria. La pandemia de COVID-19 evidenció aún más la dedicación y el sacrificio de enfermeras y enfermeros, quienes en muchos casos arriesgaron su vida para cuidar de los demás. Magdalena es un símbolo de la resiliencia del personal de salud. Su legado nos recuerda la importancia de apoyarlos y reconocer su labor.
A medida que Magdalena González Fuentes se despide de su labor diaria, la comunidad de Montaña Cardones se enfrenta a la difícil tarea de llenar el vacío que deja. Sin embargo, su legado perdurará en la memoria colectiva, y su ejemplo servirá como inspiración para las futuras generaciones de enfermeros y enfermeras. "Espero que todos sigan el camino de la compasión y el cuidado. La enfermería es un viaje que nunca termina, incluso si se cierra una puerta", concluyó González con una sonrisa.
Al cierre de la ceremonia, muchos de los asistentes se unieron para dedicarle una canción que simbolizaba cariño y agradecimiento. Magdalena se despidió entre abrazos y lágrimas, dejando una huella imborrable en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla y recibir su atención. Un nuevo capítulo comienza para ella, pero su legado en Montaña Cardones seguirá vivo en el corazón de la comunidad.
Armando Pérez Tejera.
Cronista Oficial de Arucas.
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