
Hoy te traigo una herramienta muy potente de la Disciplina positiva.
Mostrar Confianza.
Sí, parece sencillo. Pero es una de la que más nos cuesta poner en práctica.
¿Te has fijado alguna vez en un niño de 2 años intentando ponerse un calcetín?
Es fascinante: el empeño, la concentración, las ganas… cómo le da mil vueltas para resolver el enigma… El mundo se para y en su mente solo hay un objetivo…
Hasta que llega el adulto y le dice “trae, que tu tardas mucho…”
¿Te suena?
Todos caemos en eso. Viene casi de serie con el título de madre o padre.
Y encima, no reconocemos que es por nuestra impaciencia, sino que nos convencemos de que “si no estoy encima, no lo hace bien”.
La traducción real sería: “si no estoy encima, no lo hace ni como yo quiero ni en el tiempo que yo quiero”.
Pero claro… si estamos encima y no le damos la oportunidad de intentarlo, ¿cómo esperamos que lo haga bien (y rápido)?
Así de incongruentes somos a veces.
El cortoplacismo nos juega malas pasadas
Cuando nuestros hijos son pequeños, muchas habilidades nos parecen “innecesarias” o incluso un estorbo para nuestro día a día. Pensamos en el hoy:
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“Ya lo haré yo, es más rápido”
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“Es muy pequeño para eso”
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“No quiero que se frustre”
Y no somos conscientes de que para todo en la vida son necesarias esas habilidades.
Quizás hoy, hacerlo yo por él sea más rápido y cómodo.
Pero entonces no le exijamos después, en su adolescencia, que por arte de magia haya desarrollado las habilidades que nunca le permitimos practicar.
Y es que es muy típico de las madres ese...“Tú sabrás… que ya eres mayorcito.”
¿Te suena?
Sí, otra vez la incongruencia.
Mostrar confianza es una decisión consciente
Es dar espacio para que tu hijo lo intente.
Es permitir que se equivoque sin saltar de inmediato a corregir.
Es darle pequeñas responsabilidades y no arrebatárselas a la primera dificultad.
Por ejemplo:
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Si está aprendiendo a vestirse, no terminar tú la tarea porque “vamos tarde”.
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Si quiere servir el agua, no poner cara de “¡socorro!” anticipando que la va a tirar.
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Si se ofrece a ayudar en la cocina, no asumir que va a hacer un desastre.
Cuando confías, tu hijo percibe que lo consideras capaz. Y eso activa la motivación interna, que es mucho más poderosa que cualquier premio o amenaza.
Mostrar confianza significa capacitar a nuestros hijos, dotarlos de herramientas que les harán adultos seguros y autónomos. Significa fomentar una autoestima sana, responsabilidad, capacidad para tomar decisiones y pedir ayuda cuando sea necesario.
Significa desarrollar resiliencia para aceptar y manejar la frustración cuando las cosas no salen como esperaban.
¿Y cuando empezamos?
Desde el principio, no hay edad para empezar a hacerlo.
Dedica tiempo, supervisa, apoya, acompaña….y permite que aprenda de sus errores (los propios de la edad, claro).
¿Y cómo lo hacemos?
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Entrena antes de exigir: No pidamos que hagan algo que nunca les hemos enseñado. Las habilidades se aprenden practicando.
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Convierte las órdenes en preguntas: “¿Recuerdas qué hacemos cuando se derrama agua?” suena muy distinto a “¡Limpia eso ahora!”. O... “¿Cómo te vas a organizar para hacer la tarea del cole hoy?” en lugar de “Ponte ya a hacer la tarea que llevas todo el día perdiendo el tiempo…”. La confianza genera iniciativa; la orden, resistencia.
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Dedica tiempo sin prisas. Como dijimos, las habilidades se entrenan, y para eso, inevitablemente hay que invertir tiempo (no se pierde, se invierte). Busca momentos en los que no haya urgencia y practica con ellos lo que quieras que aprendan.
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Y sobre todo...antes de intervenir pregúntate:
“¿Lo que voy a hacer ahora le ayuda a ser más capaz o más dependiente de mí?”
Si la respuesta es “más dependiente”, da un paso atrás. Acompaña, observa, anímale… pero deja que sea él quien resuelva.
En la crianza es fácil quedarnos atascados en lo inmediato. Ir apagando fuegos y saltando obstáculos para llegar más o menos cuerdos al final del día. Pero es necesario poner el foco en el futuro y entender que lo importante no es si hoy derramó el agua… sino si está adquiriendo las habilidades para resolver situaciones por sí mismo.
Nos leemos en el próximo artículo con una nueva herramienta.
Mientras tanto recuerda:
Mostrar confianza en tu hijo y demostrárselo, le enseña a confiar en sí mismo para la vida.
Haridian Suárez
Trabajadora social y Educadora de Disciplina Positiva (@criarconemocion)
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