Valentín Vega Medina, quien nos ha dejado a los 86 años, será siempre recordado como uno de los grandes pilares de la comunidad de Caleta Arriba. Su historia es un ejemplo inspirador de entrega y compromiso con sus vecinos y su entorno.

Raíces y familia: el corazón de una vida plena

Nacido en Gáldar el 4 de diciembre de 1938, hijo de Aniceto y Lucrecia, Valentín formó junto a Conchi Quesada una familia numerosa y unida, con siete hijos: Lucrecia, Conchi, Aniceto, Ramón, Noelia, Susana y Raúl. Su llegada a Caleta Arriba en 1973 marcó el inicio de una nueva etapa llena de retos y logros compartidos.

Compromiso Social: motor del cambio vecinal

Desde el primer momento, Valentín se implicó activamente en la Asociación de Vecinos, aportando no solo ideas sino también recursos propios para mejorar las infraestructuras del barrio. Gracias a su empuje se consiguió el revestimiento del primer salón social y la adquisición de terrenos clave que hoy son espacios fundamentales para la convivencia, como el parque infantil.

No solo fue socio propietario del local social actual por su participación económica; también fue un verdadero animador nato que motivaba a todos los vecinos a sumarse al trabajo colectivo. Bajo su liderazgo se organizaron equipos para transformar la bajada a la playa —hoy Avda. Ntra. Sra. del Mar— y limpiar la explanada que ahora disfrutan tantas familias.### Liderazgo y Visión: Un Vecino que Hizo Historia

En 1984, Valentín se incorporó por primera vez a la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos como vocal, demostrando que el verdadero liderazgo no necesita títulos, sino compromiso diario. Siempre estuvo presente en cada acción y obra impulsada desde la asociación, dejando huella con su energía y dedicación.

Fue pionero en construir en El Cantil cuando muchos pensaban que era imposible. Gracias a su visión y determinación, lo que antes era solo un sueño hoy es una realidad: un pasillo lleno de casas donde crecen nuevas historias.

Un presidente al servicio del barrio

Cuando en 2011 su hija Noelia dejó la presidencia de la Asociación y nadie quería asumir el reto, Valentín dio un paso al frente. Formó una junta directiva joven y dinámica, recibiendo el respaldo total de los vecinos. Renovó mandato en 2015 y lideró durante once años consecutivos hasta 2022, guiando siempre con cercanía e integridad.

Durante sus años al frente, destacó por su capacidad para gestionar recursos ante los Ayuntamientos de Santa María de Guía y Gáldar. Consiguió materiales esenciales para mejorar el barrio sin depender apenas de personal externo; él mismo organizaba equipos vecinales para ejecutar las mejoras necesarias. Así logró fortalecer la unión entre vecinos y revitalizar el espíritu colaborativo del barrio.

Tradición y pasión: guardian del patrimonio local

Valentín no solo trabajó por el bienestar material del barrio. Cuando el último pescador se jubiló y parecía perderse la tradicional procesión marinera con la imagen de Ntra. Sra. del Mar, adquirió personalmente el bote necesario para mantener viva esta costumbre tan querida por todos.

Por todo ello el pleno del ayuntamiento de Santa María aprobó poner un nombre a una calle del barrio de Caleta Arriba con el nombre de “Pasaje Valentín Vega “Tini” en Agosto de 2016  y a propuesta de la asamblea de vecinos del barrio, el Ayuntamiento de Gáldar le hace un reconocimiento vecinal en el año 2018,  y en el año 2024, el pleno del Ayuntamiento de Gáldar aprobaba concederle medalla de plata del municipio.

Su vida es ejemplo de cómo una sola persona puede transformar su entorno con generosidad, esfuerzo e ilusión. Hoy Caleta Arriba despide a uno de sus grandes referentes, pero su legado seguirá inspirando a futuras generaciones para seguir construyendo juntos un barrio mejor.