Hacemos política cada día y en todo momento
Tengo la convicción de que todos somos políticos; por tanto, para mí, no hay nadie apolítico; y también tengo claro, que lo que hace que todos y cada uno de nosotros seamos políticos, es la imperiosa necesidad de participar en las decisiones que nos atañen a todos, que no es poco.
No sé qué tiempo es el ideal permanecer en política activamente, para el que esté en primera línea; pero si creo que no debe alargarse demasiado, porque entiendo, que tienden a crearse modos viciados de realizar las acciones y ejercer las responsabilidades, que a mediano y largo plazo perjudican al sistema; para el resto de los humanos, no hay límite de tiempo, porque hacemos política en todo momento del día a día, de nuestras vidas.
Sabemos, que se puede hacer política de muchas maneras: ocupando un cargo institucional; en este caso sería fundamental, empezar por ser concejal, para aspirar a cualquier otro cargo superior, porque, es la mejor de las escuelas de formación política, ya que, se toca la calle, se pisa el barro y se aprende oficio.
También se puede estar trabajando orgánicamente en un partido político; otra escuela que enseña sobre los comportamientos humanos, los principios, las virtudes y las miserias. Se puede estar gobernando en la oposición, e incluso, se puede estar solo de mero observador crítico.
Estoy habituado a oír a gente que conozco, decir:"Yo paso de la política,” “soy apolítico”, ”los políticos son todos iguales"... pues bien, por mucho que les pese a algunos, desde hace ya cerca de cincuenta años, todos los españoles estamos inmersos en política. Pasamos de ser víctimas de "su" política, a ser protagonistas de "nuestra" política.
Unos participamos más, otros menos; pero, al fin y al cabo, todos hacemos política; unos nos mojamos tomando partido, otros, protestando y optando por todas las opciones que se nos ofrecen.
Ni que decir tiene, que por el hecho de poder ejercer el derecho de ir a votar, y también de pagar nuestros impuestos y de exigir responsabilidades sobre lo que se hace con ellos, ya nos hace, irremediablemente, participes de la política.
Soy conocedor de que hay una actitud, por desgracia muy generalizada, de gente que intenta pasar desapercibida totalmente en política. En muchos ambientes, se evita que salga el tema de la política en la conversación; cuanto más cerrado sea el circulo en el que te mueves, más vetado está el tema. Cuando surge la conversación no tarda en aparecer el clásico, que enseguida dice, con intención de zanjar el tema: "yo paso de la política, soy apolítico", y resulta que este tipo de personas, son los que al final, adoptan la postura más firme en defensa de algunas de las opciones que se puedan tener y quienes con más fervor las defienden.
Por ello, vuelvo a insistir, no existe el apoliticismo; todo es política, mal que les pese a algunos; no hay nadie apolítico; porque todo lo que decimos y hacemos, es política; no nos amparemos en el discurso de que todos los políticos son iguales y roban; ni tan siquiera, los que se refugian en el “yo soy apolítico,”pueden alejarse de la política. Es imposible permanecer ajeno a la política; porque todo lo que nos afecta en nuestro día a día, es el resultado de decisiones políticas; sirva como ejemplo, lo que pagamos al comprar, fundamentalmente, los productos de primera necesidad. "La política, es, por tanto, una actividad crucial; razón por la cual, yo no me inhibiría nunca de ella, sino, que renegaría de la política mala, es decir, de la política destructiva, la que no contribuye a mejorar la sociedad.
Y lo que es más todavía; todos/as, tenemos un criterio, una opinión, una simpatía, unos principios que hacen que nos decantemos por una opción política, aunque haya gente, que tema manifestar por qué opción se inclina; eso podría ser, porque seguramente no desea que “se le vea el plumero”. Mantenerlo en secreto, es una opción; pero, yo al menos, nunca llegaré a creer en la imparcialidad de nadie, porque , cuando menos, simpatizamos por alguna opción política.
Creo que tenemos la suerte, a pesar de sus imperfecciones, de vivir en un país, donde podemos expresar nuestras opiniones, elegir entre las distintas opciones, e incluso, si no la encontramos, tenemos la posibilidad de poder crearla.
La realidad nos demuestra, como dijo un virtuoso poeta español, que es cierto aquello de que "si nosotros mismos no hacemos política, otros la harán por nosotros y, además con toda probabilidad, contra nosotros".
En fin está claro, de que todo es política y de que todos estamos en ella; entonces, solo nos queda tratar de evitar ser cínicos al decir que estamos al margen, para después criticar a diestro y siniestro. Nunca es cierto el: "yo paso de todo, yo paso de política".
No deberíamos esperar a que pase eso, debiéramos participar en la Política, con mayúsculas, implicarnos, ser y estar en política, porque, parte de nuestra vida nos va en ello.
Para poner fin a este escrito, diré, que si esta necesaria implicación en política se hace de manera constructiva, estaremos contribuyendo a la creación de una sociedad mejor, más libre, más justa y más avanzada.
Juan Reyes Gonzalez
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