
Las firmas de los “grafiteros”, tan necesarios como contradictorios, donde casi todo lo engarabatan, buscan, además de paredes llamativas, significarse con sus abreviados o creados pseudónimos.
Y así surgen neologismos. Por ejemplo, los que muestra la foto. No sabemos si es uno o dos autores los que corresponden a esos “nombres”. En cualquier caso, el ser humano siempre ha necesitado de las palabras para singularizarse y decir, por ejemplo, que “ya estoy aquí”. Y esa manera de ser y estar no solo entronca con tradiciones lejanas, sino que, además, muestran que los nuevos términos han venido para quedarse: en cualquier pared, muro o lo que se tercie. Siempre eligen un lugar para ser vistos.
Y acaso sea ese el propósito de los grafiteros: que su obra, casi siempre perdurable, signifique lo que antes dijimos. Que no es poco.
Juan FERRERA GIL
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.20