Ahora sí hay una oportunidad: exigimos el pleno extraordinario sobre la planta de biogás en La Atalaya

Hoy se ha producido un acontecimiento que marca un antes y un después en la lucha legítima de La Atalaya y de todos los barrios amenazados por la planta de biogás: un grupo político con presencia en el Ayuntamiento ha dado un paso al frente y ha solicitado formalmente la celebración de un pleno extraordinario y monográfico sobre este asunto.

Frente a meses de silencio, burocracia y oídos sordos, por fin se lanza el guante al resto de la corporación municipal. Ya no caben excusas, ni retrasos, ni maniobras para enterrar el problema bajo informes técnicos o procedimientos administrativos fuera del alcance de la ciudadanía.

¿Quién representa de verdad a Guía y sus barrios?

Lo hemos repetido una y otra vez desde la Plataforma Stop Planta de Biogás en La Atalaya: la actitud del actual gobierno municipal ha hecho estallar todas las alarmas sobre el sentido de la representación democrática en nuestro municipio. El proyecto de la planta de biogás no es sólo un asunto ambiental o técnico, es la radiografía de una falta de voluntad política, de una desconexión total con los intereses reales del pueblo.

El alcalde, Alfredo Gonçalves, y quienes ostentan hoy la mayoría de gobierno, han respondido a la inquietud y movilización vecinal con evasivas, afirmando no tener competencias, y escondiéndose tras papeles firmados sin consulta, informes emitidos sin transparencia, y periodos de alegaciones que nadie pudo ejercer. Y mientras tanto, la empresa promotora —el Grupo FSM— avanza en su plan sin ningún debate público a la altura de la gravedad de lo planteado.

Un pleno extraordinario: pongan fecha, den la cara

Hoy ya no hablamos sólo de exigir. Hoy le decimos a todos los grupos políticos de Guía: Se les ha puesto en bandeja la oportunidad de demostrar de qué lado están. Hay un grupo que pide el pleno, y los demás tienen la responsabilidad de respaldarlo. Llegó la hora de dejarse de medias tintas y tomar postura pública, a la vista de todos.

Este pleno extraordinario y monográfico es un acto de justicia democrática, de transparencia y de respeto a la ciudadanía. No hay argumentos válidos ni pretextos para negarlo, retrasarlo o tratar de vaciarlo de contenido.

Se acabaron las excusas: la salud y el futuro no pueden esperar

En La Atalaya, Becerril, Llanos de Parra y el resto de barrios afectados, las familias están hartas de ser ninguneadas, de ver cómo algunos representan más a los intereses privados que a los de su propia gente. No estamos hablando de miedos infundados ni de alarmismos, sino de datos: camiones cargados de residuos entrando junto a un colegio y una residencia de mayores, gases nocivos, pérdida de valor de nuestras viviendas, un modelo de desarrollo que se impone sin contar con quienes lo van a sufrir.

A quienes desde sus sillones aún duden si apoyar el pleno, les preguntamos: ¿tienen miedo a la opinión de sus vecinos? ¿temen que la luz del debate público evidencie carencias, errores e intereses ocultos? Los tiempos en que los temas de gran calado se resolvían en despachos y en la oscuridad han terminado.

La deslegitimación de la ciudadanía organizada: un recurso desgastado

En estos meses hemos escuchado todo tipo de ataques y descalificaciones contra la Plataforma y el movimiento vecinal: que si tenemos intereses políticos, que si generamos alarma, que si sembramos el miedo entre los vecinos, que si buscamos protagonismo. Nada más lejos de la realidad. Aquí sólo hay familias, trabajadores, mayores, jóvenes defendiendo lo más elemental: su salud y su derecho a decidir sobre su propio entorno.

¿Quién puede sostener con honestidad que este proyecto se ha sometido a debate? ¿Quién puede seguir apartando la mirada ante la evidencia abrumadora de los riesgos y perjuicios?

Gobernar es escuchar y debatir

Ningún representante municipal debería rechazar, bloquear ni ignorar la convocatoria de este pleno extraordinario. Repetimos: no se trata solo de un trámite. Se trata de ejercer la responsabilidad para la que fueron elegidos, abriendo un espacio público serio donde se escuche a la ciudadanía, donde se valoren alternativas, donde se contrasten informes y testimonios independientes.

Si quieren recuperar algo de la confianza perdida, deben dar ejemplo de transparencia y valentía política. Este pleno monográfico es solo el primer paso obligatorio.

La movilización sigue: la comunidad no se calla

Desde la Plataforma Stop Planta de Biogás en La Atalaya vamos a estar vigilantes, informando, movilizando y exigiendo con más razón que nunca. Parafraseando el título de una película, “No habrá paz para quienes quieran tapar la boca al pueblo”. Aquellos grupos políticos que den la espalda a este llamamiento se retratarán solos. Los vecinos y vecinas de La Atalaya, y de todos los barrios afectados, lo tendrán presente hoy y en el futuro.

La oportunidad está aquí: es tiempo de tomar decisiones valientes y ponerse del lado de quien les dio su confianza en las urnas. El pleno extraordinario debe celebrarse, y todos deben estar a la altura.

Cosme Vega 

Presidente de la Plataforma Stop Planta de Biogás en La Atalaya