Antonio Morales, el representante arrodillado de Red Eléctrica

El Presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, es el mejor publicista con el que cuenta la transnacional Red Eléctrica de España en Gran Canaria. Nunca antes en la historia democrática de Canarias un representante político había dado muestras de una actitud tan abiertamente subjetiva, parcial y corporativa con respecto a los intereses de una empresa privada.

Morales no solo ha aceptado todas y cada unas de las exigencias técnicas del proyecto, exigencias que interfieren y alteran gravemente la integridad ecológica y paisajística de cinco de los más valiosos espacios naturales protegidos de la isla, sino que además lo ha hecho con una chulapería más propia de los castizos madrileños que de un grancanario de extracción humilde.

El pecado mortal que ha cometido el Presidente, al menos a ojos del progresismo insular, es el de vender como ventaja las concesiones que, a través de su relación de pleitesía con REE, los grancanarios hemos hecho a la eléctrica transnacional:

1. La degradación de los espacios naturales protegidos en favor de la industrialización y electrificación masiva del suelo rústico y espacios naturales protegidos. Cabe recordar que desde 2011 hasta 2015, cuatrienio preelectoral previo a su primer mandato como Presidente del Cabildo, Morales fue un asiduo participante en foros ecologistas y progresistas locales, como la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, donde se postulaba como el garante del ambientalismo y la sostenibilidad en la isla. 

2. La entrega de nuestros dos embalses más valiosos (Chira y Soria) y el agua de lluvia venidera a Red Eléctrica para su explotación durante los próximos 75 años. Por si esto no fuera poco, Morales ha humillado a los grancanarios hasta tal punto que ha aceptado que sea el Cabildo quien costee las obras de adecuación de las presas para su uso hidroeléctrico, coste que asciende a decenas de millones de euros, cuando esto es responsabilidad del promotor del proyecto, REE. Como colofón a esta monumental y vergonzante bajada de pantalones insular, Morales no ha protestado a la hora de aceptar de Red Eléctrica un canon para el Cabildo de 6 millones de euros por el uso de las presas. Ciertamente, con la aceptación de todas estas agresiones a nuestro limitado territorio, recursos naturales y arcas cabildicias, el retrato que Morales presenta de los grancanarios es el de un pueblo sumiso, apocado, acomplejado y palurdo. 

3. La justificación del proyecto Chira Soria por su supuesta capacidad para garantizar la seguridad hídrica de Gran Canaria. Con el argumento de que los 0,7 hectómetros cúbicos anuales de agua de Chira Soria garantizarán el riego del 60% del territorio insular (sic), a pesar de que este volumen de agua solo representa un ínfimo 1% de la demanda hídrica anual del sector agrario, Morales y sus simpatizantes han conseguido desactivar las posibles críticas y objeciones al proyecto por parte de la población grancanaria. Cuando ésta se dé cuenta del monumental engaño, Morales estará fumándose un buen puro habano en la butaca presidencial del Gobierno de Canarias con regocijo.

Red Eléctrica de España no podría tener un mejor agente comercial que el ultraliberal Antonio Morales Méndez, el mayor propagandista que ha dado esta tierra de incultura y desolación democrática.