El día 12 de julio de 1852 comparecen ante el notario de Guía Miguel Calderín, el sacerdote Prudencio Almeida Hernández y Teófilo Fernández Medina (1), acompañado de su padre Andrés Fernández del Campo; declarando que el sacerdote ha convenido en vender a Teófilo, “la legitima íntegra de los bienes gananciales que tuviera D. José Almeida Domínguez y Doña María José Hernández su difunta madre sin excepción de cosa alguna”, pero no puede especificar los linderos ni propiedad asignada por no haberse completado la partición de los bienes. Por todo ello le paga a Prudencio Almeida la cantidad de 1.400 veinte pesos. La venta se hizo sin conocer la propiedad que se le pudiera adjudicar.
Escritura de compra de los derechos de la herencia al sacerdote en 1852
(Archivo Histórico Provincial de Las Palmas AHPLP)
Datos de la familia Fernández Medina
El comprador era Teófilo Fernández Medina que había nacido en la por entonces Villa de Guía el día 21 de mayo de 1822. Era hijo de Andrés Fernández del Campo y Bárbara de Medina Pérez.
Los Fernández llegaron a Guía de Gran Canaria cuando Diego Fernández del Campo fue destinado al Regimiento de Milicias de Guía como “sargento primero distinguido y de sueldo contínuo”, y sus orígenes están en la Parroquia de Soto del Barco en el concejo de Pravia (Asturias) (2), de acuerdo a un documento notarial del año 1784, conservado en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas; en el que se indica que era hijo de Felipe Antonio Fernández del Campo y Josefa Rodríguez, documento por el que solicita al escribano público de Guía, Pedro Tomás Ariñez, la protocolización de sus antecedentes familiares, su entronque familiar, como descendiente de hijosdalgos (3). Se da la circunstancia de que Diego Fernández del Campo será escribano público de Guía entre 1794 y 1826.
Firma de la petición de protocolización el 14 de diciembre de 1774 (AHPLP)
Ratificación de la compra realizada en 1852
El día 14 de julio de 1859, Prudencio Almeida y Teófilo Fernández, vuelven a comparecer ante el notario de Guía, José Hernández González, para otorgar carta de venta real de la parte de la partición que le correspondió al Almeida, en la entre otras propiedades se le adjudicó:
“ un pedazo de tierra nombrado Hoya de Tobar en esta Villa, con una huerta, lagar y arrifes, con una hora de agua para su riego del heredamiento del Palmital… e igualmente la tercera parte de la quinta del todo del albercón de la Montañeta…”.
Según se indica en esta escritura notarial, Teófilo Fernández desde el mismo año de 1852, año en que se realizó, por fin, la partición, entró en posesión de dichos terrenos “haciendo en ellos las fábricas y mejoramientos que hoy aparecen en términos que han hecho variar el estado y forma del terreno nombrado Hoya de Tobar…”.
Primeras noticias del Jardín
El 29 de junio de 1861 se procedió a la partición de los bienes del matrimonio formado por Andrés Fernández del Campo y Bárbara de Medina entre sus hijos Teófilo y Saturnina. Entre las anotaciones se indica que: “Teófilo habia acordado ceder a sus padres, varias propiedades entre ellas “La Hoya de Tovar y Jardín”.
Se observa como se añade a la descripción la denominación de JARDÍN que previamente no existía. Indicando claramente que las obras de creación de este jardín fue posterior a la compra por parte de Teófilo Fernández en 1852.
En el cuerpo de bienes de la partición se indica con respecto a esta finca lo que sigue:
“Una suerte de tierra denominada Hoya de Tobar… y según la medida y aprecio de dicha hoya, ha resultado una cabida de 11 celemines...Formando cuerpo aunque murado, existe en la misma hoya un jardín, con casa, estanque y varios adornos, que todo ha sido valorizado por peritos respecto a manpostería y carpintería en 886 pesos corrientes [...] lindando dicha hoya y jardín, por el naciente y sur con terrenos de Dña. María José y Dña. María del Socorro de Medina, intermediando un trozo de la serventía que está a la salida del jardín debajo de la pared de Antonio Palomares, por el poniente camino que sale a San Juan y por el norte terrenos de Don Francisco Bautista Quintana […] Teniendo la expresada hoya derecho al uso de la serventía que sale a la Montañeta y de ella está en posesión saliendo y entrando para ello por la puerta del jardín…”.
La hoya y el jardín fueron adjudicadas en esta partición a Doña Saturnina Fernández Medina.
Firmas de la partición en 1861 (AHPLP)
Saturnina Fernández Medina
La nueva propietaria de la Hoya de Tobar y Jardín, había nacido en Guía el día 12 de febrero de 1832 (4), donde pasó su infancia y juventud. En noviembre de 1863 (5), con 31 años de edad, contraerá matrimonio con Bruno González Castellano, de 41 años de edad y natural de Arucas, destacado propietario y hombre de negocios, tuvieron una hija llamada María del Rosario González Fernández, nacida en 1865, que contrajo matrimonio con Ramón Madan Uriondo, nacido en Santa Cruz de Tenerife, comandante de Infantería; al que el Rey Alfonso XIII, por Real Decreto de 16 de marzo de 1911 y por Real Despacho de 29 de abril del mismo año, le concedió el título de “Marqués de Arucas” (6).
Nacimiento de un nuevo topónimo
Nace así un nuevo topónimo y denominación del jardín en los terrenos que la familia Fernández Medina, como se comprueba en los documentos notariales, compra en 1852, y que en 1861 ya estaba creado.
Es por tanto a partir de 1911 cuando se comienza a denominar el jardín como “Jardín del Marqués”, aunque también como “Jardín de la Marquesa”, pero en puridad la propiedad la había heredado la marquesa consorte de su madre Saturnina Fernández Medina.
![[Img #30367]](https://infonortedigital.com/upload/images/07_2025/7925_detalle4.jpg)
El documento fotográfico más antiguo que hemos localizado, donde se aprecia el jardín es del año 1929, foto realizada por Juan García Mateo, tomada desde la azotea de los almacenes de la Cooperativa Agrícola del Norte de Gran Canaria, donde se aprecia un jardín con una masa arbórea significativa y frondosa (Archivo Municipal de Guía. Fondo fotográfico Juan García Mateos)
El bello, frondoso y encantador jardín
Con estos epítetos es descrito en el mes de octubre de 1930 el jardín, cuando en el mismo se celebra una comida homenaje al recién titulado en medicina Ramón Jiménez Domínguez y el periódico “La Provincia” publica una artículo describiendo la fiesta homenaje:
“Desde Guía. Un homenaje popular. Aunque así se había anunciado, no fue en el pintoresco sitio del "Bresal", situado a pocos kilómetros de este pueblo, donde se celebró el domingo 28 la comida homenaje a nuestro paisano el joven licenciado en Medicina don Ramón Jiménez Domínguez, sino que esa comida, ese homenaje sincero, se celebró gracias a la galantería del señor marqués de Arucas y por el empeño puesto por personas de su íntima amistad, en el bello, frondoso y encantador jardín que posee en esta ciudad en el simpático lugar llamado "El gallinero". Concurrieron unos 80 comensales de todas las clases sociales, todos participaron en el acto...” (8).
El jardín como inspiración
Este jardín fue inspiración para dos destacados guienses, Néstor Álamo, que fuera Cronista Oficial de Gran Canaria, nacido en Guía el 27 de febrero de 1906 y Manuel González Sosa, que nació el 26 de noviembre de 1921.
En el caso de Néstor Álamo publica el 12 de abril de 1931 en el semanario “Voz del Norte” un artículo en el que hace una descripción del jardín:
“El jardín se muere tarde a tarde. Los cipreses (9) unánimes yerguen la admiración de sus cepas compactas en el azul desleído. Silencio. Por el Valle angosto, colgado de violeta, sube de tarde en tarde un hablar reposado de labriegos en hora de . El jardín se aisla señorial entre el verde pleveyo de los platanares. Hay una calle, y otra calle y otra; todas silenciosas, todas quietas, todas olvidadas. Sobre la tarde deja el sol velos de oro viejo. Los tarajales añosos, descolgajan lágrimas de follaje sobre un intrincado seto de «embelesos»
Un pabellón en el jardín cuadrilongo. Un pabellón rojo, sencillo; puertas lisas, ventanas escuetas; en la entrada un tallado blasón nobiliario, con canes pasantes y palmeras de su color. Ante la obra resquebrajada un estanque abre su cuenco vacío. Mirtos que se entrecruzan frenéticos. Evónymus. Aquí hundidas entre el césped libre, allá, tras una gran copa de piedra carcomida, estatuillas de diosas mitológicas ofrecen sus formas rotundas. Sobre la arboleda se abate un aire de total abandono. En la tarde inmóvil-nácares, azul, oro, violeta,-el alcaraván abre la angustia interrogante de su grito casi humano…”.
Años más tarde, en el mes de junio de 1946 Néstor Álamo escribirá:
“Para nosotros, indigentes muchachos de Támara, la casa tenía vaho de encantado castillo entre las frondas. Contaba la villa tres mansiones bordeadas de misterio: el jardín del Marqués, con su pabelloncete desvencijado, entre rococó e Imperio, sus setos convertidos en marañas y sus hileras de cipreses iguales, como en los paisajes italianos...” (10).
Los cipreces que hicieron poeta a Manuel González Sosa (1921-2011)
Sin duda este lugar fue para el poeta Manuel González Sosa, nacido en Guía en el año 1921, muy especial y significativo, que el cita indistintamente “Jardín del Marqués o de la Marquesa”. Este bello y frondoso sitio, inspiró algunas de su poesías, tanto en su etapa juvenil como posteriormente.
En agosto de 1931, al finalizar las fiestas patronales del municipio, la comisión de fiestas creada para tal fin celebró un baile en el “Jardín del Marqués”. A esta fiesta acudió el poeta, y al respecto contaba:
“[...] aquel baile, que se hizo por la tarde en un pequeño pabellón que había allí. Concurrió poca gente: quienes hicieron posible el éxito de las fiestas de agosto y algunos familiares. Con el baile se quiso celebrar ese éxito. Los gestores de la organización que tomaron parte fueron, entre otros (si no me equivoco) Néstor Álamo, Juan García Mateos, Fortunato Estévez, puede que también Miguel Santiago y Pepe del Pino, dueño del “Hotel Norte […] A mi (que tenía 10 años no cumplidos) y a un primo nos llevaron mi tío Pepe, su mujer y mi tía Inés, que iban de “carabinas” de las mujeres jóvenes de la familia. Como es natural, me aburría el baile y me escapé a dar vueltas y más vueltas, yo solo, por el jardín, cosa que fue una experiencia muy agradable; era la primera vez que deambulaba en un vergel. Me sedujo sobre todo la alameda de cipreses” (11).
El poeta junto a lo que quedaba del Jardín en 1988 (12)
Y efectivamente, la seducción de los cipreses fue tan subyugante, que quince años más tardes, en 1946, con 23-24 años de edad, escribirá el poema “A un Ciprés” (Jardín de la Marquesa) (13).
Poema insertado en un álbum familiar junto a fotografías del jardín.
En abril del año 2009 recordaba: “[…] las fotografías que hoy te van para tu archivo son de 1988 y corresponden a lo que entonces quedaba del jardín del marqués de Arucas que yo visité durante unas horas […] y que con el tiempo, casi todos los días, me complacía en contemplar, de lejos, desde la azotea de mi casa de Las Barreras” (14)
El poeta contemplando el jardín en 1988 (15)
El poeta en el interior del jardín en 1988, al fondo el pabellón (16)
La foto del interior del jardín y el poema se conservaban una junta a la otra en un álbum familiar (17).
Otro ángulo del jardín en 1988
Panorámica tomada desde el jardín donde se aprecia el muro y puerta principal almenados
y la casa donde vivió el poeta desde donde divisaba el jardín (1988)
El Cronista Oficial de Guía Pedro González Sosa junto al jardín en el año 1988
La casa o pabellón del jardín y detalle interior. Fotos álbum familiar González Sosa (1988)
El Ayuntamiento compra el Jardín en 1995
Con el objetivo de la construcción de un nuevo centro de enseñanza media, el Ayuntamiento de Guía compra varios terrenos en la zona. El 3 de febrero de 1995 Juan José Benítez de Lugo Massieu en representación de su madre Rosario Massieu Fernández y el entonces alcalde de Guía Óscar Bautista Afonso en representación del Ayuntamiento de Guía otorgan carta de compra venta en la notaría de Guía, de varios terrenos entre ellos el descrito de la siguiente manera: “Suerte de tierra denominada Hoya de Tovar y Jardín y cadenas de naranjeros a ella unidas con una pieza de agua […] Comprende como accesorios casa y estanques…”
Detalle de la entrada y sendero que conduce al jardín
Fotografía aérea Grafcan (1951-1957)
Imágenes del jardín 1965 a 2024
Imagen del jardín en medio del platanal en el año 1966-1967 donde destacan los cipreses por su altura
(Foto de Paco Rivero) 18.
Año 1977 (Grafcan)
Detalle del almenado que protegía la hoya y entrada del jardín (Foto de Paco Rivero 1992)
Foto aérea 1998 sin construirse el nuevo instituto (Grafcan)
Foto aérea 2002 el instituto se está construyendo (Grafcan)
Fotografías realizadas en el año 2004 por Sergio Aguiar Castellano
Fotografías realizadas por Jesús Quesada Medina en 2024
1 Hijo del sargento mayor Andrés Fenrnández del Campo y Bárbara de Medina.
2 Soto del Barco pertenecía en lo eclesiástico al arciprestazgo de Pravia de Aquençe, y administrativamente
al concejo de Pravia. No fue hasta el 29 de diciembre de 1836 cuando se constituye como Ayuntamiento
independiente. Fuente. https://es.wikipedia.org/wiki/Soto_del_Barco
3 Protocolo notarial. Escribano: Pedro Tomás Ariñez. Año: 1784. Escribanía de Guía. Signatura: 2425.
(AHPLP)
4 Partida de nacimiento Archivo de la Parroquia de Santa María de Guía. Agradecemos al cura párroco D.
Nicolás Lasso Tadeo el que nos haya facilitado los datos.
5 Ibidem.
6 FERNÁNDEZ BETHENCOURT, Francisco: “Nobiliario de Canarias” pp. 1045-1046 Tomo IV (1967).
7 Foto facilitada por el Cronista de Arucas Don Armando Pérez Tejera.
8 Periódico “La Provincia” domingo 5 de octubre de 1930.
9 Según me comenta Javier Estévez Domínguez hay dos variedades de cipreses: Cupressus sempervirens
var. pyramidal y Cupressus sempervirens var. horizontalis. Hubo ejemplares de sapotero o árbol del Zapote
(Casimiroa edulis).
10 Periódico “Falange”, sábado 15 de junio de 1946.
11 Carta de Manuel González Sosa a Sergio Aguiar, junio de 2007.
12 En el año 1988 Manuel González Sosa junto a su hermano Pedro González Sosa, Cronista Oficial de Guía
visitaron el jardín tomando algunas fotos. Foto enviada por Manuel González Sosa a Sergio Aguiar
Castellano en abril de 2009.
13 Se observa como en esta ocasión Manuel González Sosa lo denomina “Jardín de la Marquesa”.
14 Carta de Manuel González Sosa a Sergio Aguiar Castellano, abril de 2009.
15 Foto enviada por Manuel González Sosa a Sergio Aguiar Castellano en abril de 2009.
16 Foto enviada por Manuel González Sosa a Sergio Aguiar Castellano en abril de 2009.
17 Fotos familia González Sosa.
18 Foto colección de Paco Rivero (Fundación Canaria Néstor Álamo)
Sergio Aguiar Castellano
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