A Felipe se le ve ansioso por tomar las riendas de su PSOE

Juan Reyes González

Digo su PSOE, porque, a mi juicio, considera a esta organización, como suya; en tanto que, la configuración del PSOE en su actual formato se debe a él, y como todo hay que decirlo, ha sido una formula de éxito para la izquierda y como no podía ser de otra manera, también para nuestro país. Pero, ni que decir tiene, que esa fórmula ha funcionado exactamente igual, con otros militantes no vinculados, ni a su persona, ni a sus ideas; pero, visto lo visto, parece ser, que a Felipe González, solo le valen, los designados por su persona.

 

Si volviéramos la vista atrás, veríamos que empezó proponiendo a Almunia, como su sucesor; pero no fue aceptado, ni por los votantes ni por los militantes. No hay más que recordar los días angustiosos de las derrotas de Almunia, el acuerdo con izquierda unida antes de las elecciones, para gobernar en coalición y la sensación de un PSOE a la deriva. Sucedió lo mismo con Alfredo Pérez Rubalcaba, anteayer desacreditado por la derecha, luego santificado por esa misma derecha, tras su fallecimiento y en la actualidad, olvidado.

 

Pero el PSOE ha tenido autonomía propia, al margen de Felipe. Los militantes se hicieron cargo de su destino y frente a las propuestas de Felipe González, fueron capaces de elegir a Borrell; elección que dicho sea de paso, no le hizo ni pizca de gracia a la vieja guardia. Fueron muchos los obstáculos que tuvo que superar Borrell, sobre todo por la animadversión interna, que le impedía actuar. Pero, pronto se dio cuenta de que ir contra el “aparato,” era un mal negocio, y al mínimo contratiempo, dimitió.

 

Tampoco le gustó a Felipe, que Rodríguez Zapatero, se impusiera a su favorito Bono; recuerdo, que aparte de la ofensiva salvaje que padeció por la derecha, recibió también la crítica y la oposición interna. Sin embargo, la tensión creció con Sánchez, que se había impuesto sobre todo a Madina (candidato de Felipe), cuando éste, se mostró contra lo que se pretendía. Pues bien; se le desalojó de mala manera del partido. Su vuelta no estaba prevista y dejaba el camino despejado para otro candidato/a de Felipe, Susana Díaz; pero Sánchez, contra lo imprevisible en nuestra política nacional, volvió y ganó las Primarias del partido; volvió y recuperó la Secretaría General de su Formación y el gobierno de la nación, a pesar de las tesis de Felipe, de dejar gobernar al PP, con el apoyo obediente de los socialistas.

 

Pero Felipe, a pesar de no haber conseguido su objetivo, nunca“dio el brazo a torcer”, como lo demuestra el hecho, de que no ha cesado en ningún momento, en su empeño de hacerse con las riendas del partido; atreviéndose incluso, a buscarle sustituto a Pedro Sánchez, para dirigir el PSOE, con un Sánchez, aún “vivito y coleando”(el colmo de la osadía). Da por hecho que se irá. Y lo hace, en un momento de máximo shock, por el caso Santos Cerdán; porque probablemente, ha visto la oportunidad de recuperar el control perdido del PSOE y sus posibilidades de influir en las políticas nacional e internacional de España. Este ha sido su objetivo desde siempre, lo que cada vez hemos ido viendo con mayor claridad.

 

El problema de Felipe, como ya dije arriba, es que considera a esta organización como suya; y que por ello, tiene derecho a hacer y deshacer a su antojo; no en vano, lo que ha pretendido y pretende, a mi juicio, es condicionar la política de nuestro país a través de su PSOE; y como ha resultado que sus sucesores, no le han hecho, ni le hacen caso alguno, se ha revuelto y se revuelve contra ellos, de la peor de las maneras posibles; esa es la razón, a mi modo de ver, por la que cada vez que aparece algo contra el PSOE, lo aprovecha, porque lo ve, como una oportunidad que se le presenta, para recuperar el control perdido del partido y sus posibilidades de influir,como ya dije antes, en las políticas de nuestra nación a todos los niveles. Creo que éste, ha sido su objetivo desde que dejó la política, y que cada vez, se deja entrever con más claridad.

 

Sin embargo, lo que ha hecho Pedro en política, para su país y su partido, es, a mi entender, muy meritorio; en tanto que, no hace falta esforzar demasiado la memoria, para recordar que evitó el intento de “sorpasso” de Podemos ante la crisis de izquierda unida y la del PSOE; recordemos que Pablo Iglesias, junto a otros compañeros, plantearon una nueva izquierda con el fin de enterrar a los partidos que ellos llamaban del “régimen”. El de Podemos era un modelo de izquierda populista que se basaba en una dialéctica distinguida y en unas propuestas programáticas que parecían de difícil realización; pues bien, Sánchez consiguió la proeza de detener un “sorpasso” que estaba cantado y se obligó a formar gobierno con Podemos. Felipe tampoco tampoco estuvo de acuerdo; pero, no hubo duda de que la decisión le salió bien a Sánchez, porque ya se estaba tramando la gran crisis del efímero Podemos. En esos momentos, el PSOE se situaba en toda Europa, como el único partido de izquierda, capaz de gobernar. De este éxito se deduce la cruel y feroz persecución de la derecha contra Sánchez. Y es, que les guste o no, el gobierno de los últimos años, ha servido para que sea en la actualidad, punto de referencia de otros gobiernos europeos, por sus políticas modernizadoras e integradoras.

 

Juan Reyes González

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.3

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.