Hace más de un año conocí a dos hermanos menores extranjeros no acompañados que viven en un centro de acogida. Desde entonces, hemos mantenido (mi familia y yo) una relación cercana y estable con ellos: hemos compartido muchas vivencias en familia.
Impulsados por el deseo de ofrecerles un hogar, decidimos iniciar el proceso de acogida. Realizamos el curso obligatorio, lo superamos y entregamos toda la documentación necesaria cumpliendo con todos los requisitos, sin embargo, a pesar de todo ello, nos comunican que no podemos acogerlos porque son mayores que mis propios hijos.
Está respuesta nos llevó a hacernos preguntas más profundas sobre el funcionamiento del sistema. ¿Por qué permitir iniciar un proceso que no tiene intención real de concluirse? Por qué negarles la posibilidad de vivir en familia?
La respuesta que nos ofrecieron en una reunión fue aún más desoladora "cuando cumplan 18 años pueden hacer lo que quieran".
Nos sentimos engañados por un sistema que, lejos de priorizar el bienestar de los menores, parece responder a intereses políticos y económicos.
La acogida debería ser una vía para ofrecer una vida digna y estable a quienes huyen de contextos difíciles. Sin embargo, lo que hemos percibido ha sido un sistema opaco, ineficiente y posiblemente lucrativo mientras estos jóvenes siguen siendo menores de edad.
Nos duele profundamente ver cómo se individualiza su sufrimiento. Estos chicos no son cifras, ni siglas, son personas.
El sistema de acogida no está funcionando. Pido a los medios, instituciones o a quien corresponda que se interesen por la realidad de estos menores, que se investigue si existe un uso interesado de su situación que está vulnerando sus derechos fundamentales.
Gracias
LGM
JJNO | Jueves, 03 de Julio de 2025 a las 14:21:44 horas
Creo que ha existido algún tipo de negligencia, o falta de información veraz, que ha culminado con una situación lamentable, que rompe las ilusiones y plan de futuro tanto de la familia de acogida como de unos adolescentes migrantes. No se puede jugar así con las ilusiones y esperanzas de las personas. Tiene que existir algún responsable que responda con argumentos de peso, ya que las respuestas dadas por los responsables no son las adecuadas y rozan desde mi punto de vista la dejadez de las instituciones, dejando a los jóvenes sin ningún apoyo y en la calle, una vez cumplida la mayoría de edad. Espero que se tome alguna medida, que redunde en beneficio tanto de las familias de acogida como de los menores que quedarán en desamparo. Gracias por la atención prestada. Saludos a todos
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