Dos horas. Es lo que ha tardado la consejera de Política Social, Familias e Igualdad de la Región de Murcia, Conchita Ruiz, en plegarse a las exigencias de Vox y cancelar la compra de viviendas para el acogimiento de menores en la Comunidad murciana. El Gobierno regional había anunciado la compra de estos inmuebles, coincidiendo con el anuncio del cierre del centro Rosa Peñas en la pedanía murciana de Santa Cruz, uno de los requisitos que impuso Vox para el cierre de los presupuestos regionales. Pero, tras recibir amenazas por parte de los de Abascal de disolver el acuerdo de las cuentas de la Comunidad, Política Social ha dado marcha atrás. Dicen que no pero no aportan solución ni los unos ni los otros.






























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