El barrio galdense de San Isidro vivió este sábado, uno de sus actos festivos más entrañable y participativo, el de la Romería Ofrenda al Santo Labrador.

A media tarde, partía la comitiva desde la calle principal hasta la ermita, en cuya puerta, la imagen de San Isidro esperaba la frondosa ofrenda de la fértil tierra galdense, con sus plátanos y cebollas.

Y la emoción estuvo muy presente en la tarde romera con el homenaje que la asociación de vecinos de Marmolejo le brindo al compañero desaparecido hace unas semanas, Mario Ossorio Vega.

Carmenza Padrón, incansable trabajadora de estas fiestas, se llevó la sorpresa de su vida, cuando el presidente de la entidad vecinal, Gerardo Machín, y el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, le entregaron el título, más que merecido, de presidenta de honor de la asociación de vecinos El Labrador.

Sus lágrimas, su humildad y sus ganas de seguir trabajando por sy barrio, fueron recompensados con el gran aplauso del público.

Continuó la tarde de romería con el desfile de las carretas engalanadas, acompañadas del sonar de timples y guitarras y hasta Cene, con sus más de noventa años, se arrancó con una sentida folía.

En una esquina, Fran y Mónica montaron su tenderete, invitando con generosidad a los conocidos.

Luzmarina disfrutó con su hija, agradeciendo tanto a la vida, y Rita y Arminda, se juntaron para disfrutar juntas un año más.

A Cristina se le iluminaba la cara viendo con la pequeña Leire hacía su ofrenda al Santo Patrón, y el grupo Los Amigos del Norte hacían gala de la amistad entre pueblos de esta comarca norteña.

Se degustó el pan con chorizo, y no faltaron los huevos duros, ni el queso ni la tortilla, que dieron fuerza para vivir la noche, con baile en la plaza, y cantos en los tenderetes que se fueron armando, en garajes y en las aceras con sus mesas y sillas.

Un año más, San Isidro de Gáldar, sintió y disfrutó de su romería.

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(Infonortedigital)