
La construcción de los pozos de nieve en las islas a finales del siglo XVII y durante el siglo XVIII dio lugar a un oficio conocido como el de nevero. Este oficio, único y desaparecido, derivado de la excavación y mantenimiento de los pozos requería de técnicas y conocimientos específicos, así como de la organización de los diferentes puestos de trabajo, todos ellos indispensables para garantizar la conservación de los bloques de hielo hasta la temporada estival.
Para garantizar el funcionamiento adecuado de los pozos, las tareas que se realizaban eran variadas, dando lugar a diferentes cargos, entre los que se encuentran los pisoneros o peones de dentro, los «paleros» y los peones de fuera. Estos trabajadores acudían a las cumbres en los meses más gélidos, en las temporadas de nieve, que solían tener lugar entre los meses de diciembre y febrero.
Los pisoneros o peones de dentro eran los encargados de compactar la nieve en torales de madera, de modo que estos bloques de hielo se mantuvieran intactos hasta la siguiente recogida. Se trataba de un oficio de mayor rango que el resto, lo que se veía traducido en un mayor salario. Durante las temporadas de trabajo, uno de estos peones pasaba a convertirse en «palero», quien tenía encomendada la labor de repartir y extender con palas de hierro o madera la nieve sobre el pozo. Por su parte, la labor de los peones de fuera no requería de gran cualificación, pues consistía en reunir la nieve que se encontraba en las inmediaciones del pozo para, seguidamente, apilarla junto a los márgenes de aquel.
A estos trabajadores se sumaban los arrieros. De ellos dependía el transporte de los bloques de hielo hasta los diferentes puntos de venta. Con bestias, fundamentalmente caballos y mulos, los arrieros cargaban, a lomos de estos, serones con bloques de hielo que eran cubiertos con paja y mantas para evitar su derretimiento.
Seguin Salvador Miranda (2003), en Gran Canaria, no sería hasta 1801 cuando las mujeres se incorporarían a estos equipos de trabajo para preparar la comida.
Algunas curiosidades:
-
La actividad de recogida de la nieve también se denominaba encierros de nieve.
-
Los Llanos de Ana López, en la cumbre de Gran Canaria se denominan de tal forma gracias a la viuda de uno de los neveros, quien, una vez fallecido su marido, se encargó de continuar con su trabajo.
-
Existía un responsable que tenía encomendada la tarea de ir a moler el trigo al molino más próximo para abastecer a bestias y trabajadores.
-
Bibliografía: 24/03/2025. El oficio de nevero. Instituto Canario De Las Tradiciones.
































Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.120