Cine Viejo. Juan FERRERA GILEl Cine Viejo que la ciudad aruquense conservó hasta hace bien poco vivió momentos alegres, únicos y emotivos, que ya solo viven en algunas personas. Sus últimos años apenas fueron una vaga cotidianidad del esplendor de otras épocas, donde las costumbres mostraban otros valores: todo fue cambiando. Pero en su pequeña cabina de proyección pululan aún los viejos intérpretes de películas que se siguen asomando a la calle en busca de autores y vecinos que los lleven de paseo por el mundo de las sombras; por lo menos, hasta la Iglesia cercana o, al menos, al Parque de San Juan, que siempre sabe escuchar y renovarse en cada acto festivo. Fue el Cine Viejo un nido glorioso de personajes auténticos y libres, como aquellos que tienen su presencia permanente en las páginas escritas.
Por eso, quizás, el Cine Viejo es un libro siempre abierto en el que caben todas las interpretaciones posibles.
Juan FERRERA GIL































Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.121