Artículo de divulgación

La importancia de La Geria, un espacio vitivinícola único

Este artículo se centra en el espacio de La Geria, el cual conforma la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos, bajo el grado de protección de Paisaje Protegido.

Juan Antonio Mancheño Voss Martes, 01 de Abril de 2025 Tiempo de lectura:
igura 1: Imagen de La Geria. Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:La_Geria,_Lanzarote,_Canary_Islands.igura 1: Imagen de La Geria. Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:La_Geria,_Lanzarote,_Canary_Islands.

Este artículo se centra en el espacio de La Geria, el cual conforma la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos, bajo el grado de protección de Paisaje Protegido. Cuenta con otro tipo de protecciones a su ecosistema, como es la de Zona de Especial protección para las Aves (ZEPA), dentro de la Red Natura 2000. Este lugar tan singular de la isla de Lanzarote se ubica dentro de los municipios de Tinajo, Yaiza, Tías, San Bartolomé y Teguise; además de encontrarse próximo al Parque Nacional de Timanfaya y el Parque Natural de los Volcanes.
 
Este espacio se destaca por la adaptabilidad del ser humano para aprovechar las condiciones del entorno tras las erupciones del Timanfaya entre 1730 y 1736. El clima es muy adverso, con altos niveles de humedad entre el 70 y el 80 por ciento, unos fuertes vientos y con unas precipitaciones extremadamente bajas, con entre 10 y 13 días de lluvia al año. La falta de agua y un clima desfavorable, queda opacada con unos suelos capaces de retener la humedad por mucho tiempo, ya que cuentan con poca capacidad calorífica gracias a su poca conductividad del calor. Y es gracias a eso, que el agua condensada queda retenida en los poros de la tierra, filtrándose rápidamente y enfriándose durante la noche.
 
Los agricultores, aprovechan estos suelos denominados rofe o lapilli, con el que realizan distintas técnicas como el enarenado artificial que consiste en crear una capa con un espesor de entre 10 y 12 centímetros de ceniza volcánica, capaz de mejorar exponencialmente los rendimientos. La agricultura predominante es de secano, siendo la vid el cultivo más importante. Su cultivo se hace por medio de la creación de un gran hoyo en el rofe hasta encontrar el suelo vegetal, y a una profundidad de 30 centímetros se coloca la vara de parra, que luego se cubre con tierra, estiércol (que se cambia cada dos años aproximadamente), para finalmente cubrirla con el suelo de picón. Esta técnica es la que da al paisaje su aspecto singular. También existe la presencia de otras plantaciones minoritarias como la batata, la cebolla o la higuera.
 
[Img #27174]
 
La variedad de uva predominante es la blanca de malvasía, procedente de Grecia y con gran capacidad de adaptabilidad al entorno de La Geria, con la presencia de otras como moscatel, negramoll o listán negro que también producen rendimientos. De estas plantaciones se trabaja para la obtención de vino, de diverso tipo y muy apreciado históricamente, especialmente el blanco por parte de los mercados europeos. No obstante, a pesar de la gran calidad de este producto tanto en Lanzarote como en el resto de Canarias y su inmensa variedad, los niveles de comercialización hacia el exterior son extremadamente bajos y no suponen prácticamente nada en el mercado. El vino canario se consume principalmente de manera local, tanto por la población como por los turistas, aunque en gran medida se impone el de importación tanto para los hoteles como para los hogares. El pico de 2023 se sitúa en torno a 7 millones de exportaciones frente a 150 millones de importaciones. (figura 3)
 
[Img #27172]
 
El sector turístico es importante en la zona, el cual es impulsado por su paisaje singular y de características únicas. La Geria es aprovechada para el turismo de senderismo, gastronómico y uno interesado en el paisaje vitícola, con presencia de distintas rutas que cruzan el paisaje protegido. Destaca por otra parte, un importante patrimonio arquitectónico y artístico, del que se destacan construcciones de bodegas del siglo XVIII y XIX como las de El Golfo y Rubicón; las ermitas de La Caridad y de La Magdalena; o el Monumento al Campesino de César Manrique. También existe una presencia de restos arqueológicos de los antiguos aborígenes canarios como es el del yacimiento de Taro de Testeina.
 
El desarrollo del enoturismo (turismo del vino) ha ido incrementándose en los últimos años, con un fuerte desarrollo y transformación de las propias bodegas para hacerlas capaces de soportar la demanda turística; y con una importante inversión en marketing y promoción para incentivar esta actividad. Este tipo de turismo, junto con las actividades vinculadas con la gastronomía, el patrimonio cultural y las actividades deportivas; suponen un recurso alternativo al tradicional turismo de sol y playa. En definitiva, es con la actividad turística con lo que sobrevive la agricultura de la vid y la producción de vino.
 
Bajo mi punto de vista, el primer objetivo para conservar este paisaje es el fomentar un desarrollo sostenible, que para la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo, es “aquel que es capaz de cubrir las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”. Sobre la base de esto, existe la necesidad de tener un turismo sostenible, que debe tener en cuenta su impacto sobre el medio ambiente, la cultura y la población, creando un modelo que se adapte a la capacidad de carga de los ecosistemas. También es relevante que se considere la importancia de los recursos naturales y culturales, ayudando a su preservación y fomentando su conocimiento. En el caso del enoturismo, puede considerarse un posible modelo de desarrollo sostenible e integrador en ciertas zonas, capaz de mejorar e incrementar la actividad vinícola, a la par que se respeta el entorno, el medio ambiente y se mejora el bienestar social de las comunidades de la zona. 
 
Para esta preservación, es vital el fortalecimiento de los instrumentos de ordenación del espacio natural protegido, que queda establecido en el Boletín Oficial de Canarias de 12 de marzo de 2013 tras el acuerdo entre la Comisión de Ordenación del Territorio, y la de Medio Ambiente de Canarias. La Geria entonces, queda establecida como un paisaje agrario tradicional, con una serie de fundamentos de protección como son la conformación de un paisaje natural de gran belleza y valor cultural, etnográfico y agrícola; a la par que contiene elementos naturales que destacan por su rareza y singularidad, con interés científico especial. La justificación para la protección del paisaje es el uso agrícola, pero los suelos que no son utilizados para la producción por su morfología, como son las coladas y los conos, serán también protegidos para evitar su alteración.
 
En conclusión, el turismo resulta imprescindible para el mantenimiento de la actividad agraria y vinícola. De por sí, ni el vino de Lanzarote ni la producción frutal son capaces de competir en el mercado internacional ni sustentar a la gran carga poblacional que ya sufre la isla. Es necesario un desarrollo sostenible para el mantenimiento de la cultura y tradiciones canarias, que dirijan el turismo hacia la cultura y no tanto hacia la playa, siendo esto imprescindible para la conservación de los espacios.
 
Referencias bibliográficas:
 
    • González Morales, A., Ramón Ojeda, A. & Hernández Torres S. (2015). “El cultivo del viñedo como recurso turístico cultural: el caso de La Geria (Lanzarote. Islas Canarias, España)”. Papeles de Geografía, 61, pp. 109-121.
    • Hernández Ramos, P. (2020). El enoturismo y el desarrollo sostenible: el caso de La Geria (Lanzarote). Universidad de Oviedo.
    • Jiménez Jaén, A. (2013). “Derecho y políticas ambientales en Canarias”. Revista catalana de dret ambiental, 4 (1), pp. 1-8.
    • Santos Fuentes, M (2022). Enoturismo en la D.O Lanzarote. Estudio de caso: Zona vitivinícola de “La Geria”. Universidad de Valladolid.
    • Sobral García, S., González Morales, A. & Hernández Luis, J. (2008). “Análisis evolutivo territorial de la isla de Lanzarote como ejemplo de un espacio Reserva de la Biosfera”. Revista Vegueta 10, pp. 107-120.
 

Juan Antonio Mancheño Voss

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.163

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.