
La villa mariana de Teror despidió el pasado jueves, 20 de marzo, a una de sus figuras más queridas: José Rivero Viera, conocido popularmente como José El Cubano, quien dedicó su vida al Rancho de Ánimas de Arbejales-Teror, una tradición con más de un siglo de historia. Falleció tras una enfermedad que le apartó de la actividad el pasado noviembre de 2024, dejando un vacío profundo en la comunidad.
Durante 28 años fue ranchero mayor, aunque su implicación con el grupo comenzó mucho antes. Hijo y nieto de miembros del Rancho, creció vinculado a esta manifestación popular desde su infancia en La Majadilla, donde nació en 1952. Su entrega fue clave para que esta tradición se mantuviera viva y alcanzara recientemente el reconocimiento como Bien de Interés Cultural Inmaterial en 2025.
Desde su juventud, José colaboró activamente con el Rancho. Asumió responsabilidades como organizar las salidas y pedidas, gestionar las cántigas, custodiar las limosnas y velar por su correcta entrega en la parroquia. Su trabajo meticuloso y su compromiso lograron que durante su etapa se recaudaran hasta 10.000 euros anuales, una cifra destacada para el sostenimiento de esta tradición.
El propio Rancho reconoció que esos logros no habrían sido posibles sin su constancia. "La deuda de este grupo con José es impagable", señalaron desde la organización, que se queda ahora sin uno de sus pilares fundamentales.
José El Cubano creció rodeado del sonido de las coplas del Rancho. Desde los cuatro años escuchaba sus cánticos en casa de su abuelo, lo que marcó su vínculo espiritual y emocional con esta tradición religiosa y comunitaria. Aunque su vida laboral estuvo centrada en la agricultura y la ganadería, nunca dejó de lado su labor dentro del Rancho, al que se integró plenamente desde muy joven.
Se le recuerda por su seriedad, responsabilidad y por ser el portador de la alforja, símbolo de su papel de liderazgo. Fue, además, la figura que representaba al Rancho en actos oficiales y el encargado de coordinar todos los aspectos logísticos.
José Rivero fue propuesto como ranchero mayor en 1996, y desde entonces no solo mantuvo viva la esencia del Rancho, sino que la adaptó a los tiempos sin perder su autenticidad. Compartió esta responsabilidad con Jesús Quintana, con quien organizaba las salidas, gestionaba el dinero recaudado y velaba por la continuidad de la actividad.
Pese a las tensiones internas que en ocasiones surgen en cualquier colectivo, siempre supo anteponer la causa común: las ánimas. Su carácter conciliador y su respeto por la tradición le hicieron ganarse la admiración y cariño de sus compañeros.
El legado de José El Cubano queda grabado en la historia del Rancho de Ánimas de Arbejales-Teror y en el corazón de toda una comunidad que llora su pérdida, pero que también celebra su vida y entrega.
Bibliografía: Luto en Canarias: muere José El Cubano, alma del Rancho de Ánimas de Arbejales. Teror. 21/03/2025 La Provincia Diario Las Palmas
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