La ideología también cuenta en los ayuntamientos
Desde hace algún tiempo, se viene difundiendo por estos pagos, un discurso sobre pactos políticos “contra natura”, en algunos ayuntamientos; lo que a mi juicio, es enormemente populista, porque, poco menos que se insinúa, que los partidos políticos, no deban tener ideología; dejando entrever, que lo único que verdaderamente importa para estos ciudadanos, es que mejoren las infraestructuras físicas y el día a día, y que todo lo demás es secundario; nada más lejos de la realidad, porque la mejoría debe extenderse a todas las áreas que son de su competencia y a las atribuidas por delegación, en economía, políticas sociales y educativas, deportes, vivienda, juventud, sanidad, ecología y empleo entre otras.
Además, hay gente que dice, que en los pueblos, se pueden tener ideales políticos, pero que éstos no tienen por qué ser, los que determinen que la persona sea de una manera u otra; y que, en un municipio, la ideología podría pasar perfectamente a un segundo o tercer lugar; ya que, en el fondo, todos queremos lo mismo; o sea, el bienestar de los vecinos; que es el objetivo común de todo municipio.
Con referencia a lo antedicho, yo puedo decir, que he compartido y comparto opiniones políticas varias; incluida la del hecho, de que desde siempre, han habido políticos, que con su manera de actuar, han sembrado la desilusión y el cansancio extremo de la ciudadanía, porque muchos/as de esos/as, que han ejercido y ejercen como políticos, a ciertos niveles y en ciertas épocas, han actuado no mal, lo que sigue; y que ello, nos ha afectado y nos afecta sobremanera; pero, lo que nunca podré compartir con nadie, es la idea de que en política, la ideología pueda pasar desapercibida, porque es la ideología, la que nos define como seres humanos y la que nos lleva a pensar y a actuar de una manera determinada.
No es lo mismo, que un gobierno, a nivel municipal, insular, regional, etc., se caracterice por su enfoque en la igualdad y en la justicia social; basando este enfoque, en la creencia de que es responsabilidad del gobierno, garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a los mismos derechos y oportunidades, independientemente de su origen socioeconómico o cultural, a que, se caracterice por su enfoque en el libre mercado y en la libertad individual, promoviendo políticas económicas, que fomenten la competencia y la propiedad privada; porque ambos pensamientos son contrapuestos; o sea, de ideología antagónica.
Esta contraposición no es fruto del azar o de la casualidad, sino que se fundamenta en una percepción distinta de cómo debe actuar la Administración y cómo gestionar los recursos públicos. O sea que, mientras la izquierda defiende políticas que buscan reducir las desigualdades económicas y sociales, a través de la redistribución de la riqueza y la implementación de programas de bienestar social, la derecha defiende la libertad individual y la responsabilidad personal. Consideran que cada individuo debe ser libre de tomar sus propias decisiones y asumir las consecuencias de las mismas, sin una intervención excesiva del Estado.
Y aquí regresamos al punto de partida. A todos aquellos que piensen que la función de las Entidades Públicas debe limitarse a garantizar unas buenas infraestructuras y la gestión del día a día; a todos aquellos que quieren que la Administración sea un órgano eficiente que les facilite el trabajo en lugar de poner trabas, les diré que ustedes, aunque quizás no se lo crean, están practicando política; y ello es, porque todo aquel/aquella, que se manifieste en el sentido de como le gustaría que fueran las cosas, es político; y es que todo es política, mal que les pese a algunos/as; no hay nadie apolítico; y todo lo que decimos y hacemos, es política; no nos amparemos en el discurso de que todos los políticos son iguales y roban; ni tan siquiera, los que se refugian en el “yo soy apolítico,” pueden alejarse de la política. Es imposible permanecer ajeno a la política; porque todo lo que nos afecta en nuestro día a día, es resultado de decisiones políticas; y lo que nos lleva a pensar y a actuar de una manera determinada en política, es la ideología; y por esta razón, la ideología, cuenta en todas las instituciones y en los ayuntamientos también. Así que no nos dejemos llevar por aquellos/as que defienden que no son ni de izquierda ni de derecha, que representan al pueblo contra las élites dirigentes, porque todos conocemos el final de esta historia.
Juan Reyes González






























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