El macho Mazón

El “macho-Mazón” tiene mucho que ver con aquel “macho-Soria”, pertenecen al mismo partido, que el genial Pepe Alemán inmortalizara en sus artículos de opinión: viven, ambos dos, no solo fuera de la realidad, sino que el desparpajo y la mentira y la desvergüenza se convierten en argumentos de peso que nunca arribarán a ningún puerto.

Pero todo tiene un límite. O debería tenerlo: no se puede estirar más el chicle de la DANA porque, sencillamente, tanta desgracia acumulada y triste no da para “más NADA”. Ya solo falta que los desaparecidos que aún quedan por rescatar los convierta el ínclito Mazón en sus víctimas predilectas. Este hombre no tiene consideración ni respeto alguno por los demás. No solo es capaz de sostener una cosa y la contraria a la vez, sino que, además, dispuesto se muestra a convertir el barro en un elemento distorsionador de la realidad cuando él mismo forma parte de ese fango que desgraciadamente asoló a distintas localidades de Valencia.

Nunca he visto a un personaje tan triste y empecinado como Mazón: está contento de vivir en su mundo y creer, al mismo tiempo, que todos tienen los mismos ojos que él para mirar correctamente. Y que su visión es la única y verdadera. Amén.

Juan FERRERA GIL