El cruce. Juan FERRERA GILLa esquina que muestra la foto fue durante mucho tiempo un ir y venir constante de coches y camiones: Arucas, en otros tiempos, era paso obligado para los que acudían al Norte de la isla.
Y allí, en ese cruce de locura, hoy convertido en casi peatonal, David, el que fuera guardia municipal, lo dirigía con una agilidad y movilidad que pocos mostraban. Y sabía interpretar los deseos de unos y de otros. Hoy el Cruce se ha tranquilizado y con el inteligente paso de peatones colocado, imaginamos, por el Ayuntamiento, se ha transformado en una esquina amable, donde el tráfico se detiene y casi va al paso de una persona.
Ahora el ruido ha cambiado de lugar mientras la isla es cada vez más pequeña.
Juan FERRERA GIL































Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.3