Néstor Álamo
Por decisión unánime de la corporación terorense en sesión celebrada el 4 de agosto de 1972, Néstor Álamo fue nombrado cronista oficial de la villa. El nombramiento fue acogido con agrado por el pueblo, dado que a Néstor y a su creatividad imparable se debían muchos referentes del Teror de entonces; tanto en lo musical, como en lo histórico o lo patrimonial.
Unos días antes, en su Villa natal de Santa María de Guía se abría otra obra debida a su ingenio y dirección. El 22 de mayo de 1972, monseñor Bueno Monreal procedía a la inauguración oficial del Camarín de la Virgen de Guía; “obra realizada por el joven tallista Juan Serrano, Juana López y Pedro Candelaria…Bueno Monreal estampó la primera firma en el Libro de Oro del Camarín”
Lo cierto es que la mayor parte de los artículos, investigaciones, canciones de Néstor ya estaban hechas cuando se procedió a la designación; por lo que la misma se entendió siempre más como un reconocimiento que como un nombramiento.
Néstor Álamo, además en los años siguientes apareció casi siempre como “Cronista de Gran Canaria”, incluso cuando escribía de la Villa.
LA ROMERÍA DEL PINO
El 1 de febrero de 1952, Matías Vega proponía como Presidente del Cabildo una moción que fue aprobada por unanimidad del Pleno, “proponiendo que el Cabildo asuma la protección y fomento de las fiestas patronales de Ntra. Sra. del Pino como las más representativas de las que se celebran en Gran Canaria y que al efecto se cree un Patronato presidido por el Sr. Alcalde de Teror y que estará integrado por un Concejal de aquel Ayuntamiento, un representante del Cabildo Insular y un elemento conocedor de las distintas modalidades populares de la Isla e invitando al Rvdo. Sr. Cura Párroco de Teror, a que forme parte de dicho Patronato”
A partir de aquel momento, el Cabildo asumió las Fiestas del Pino como propias y se organizó la primera Romería-Ofrenda a Nuestra Señora del Pino; concretándola en un acto que simbolizara el homenaje de la Isla a su Patrona y, a la vez, una ofrenda de agradecimiento por los bienes recibidos durante el año transcurrido. Todo se vio concretado por el trabajo de investigación que Matías Vega encargó a Néstor Álamo. Éste contempló, analizó, otras expresiones parecidas en la isla de Tenerife y recreó con su desbordante imaginación lo que debía ser -excepción hecha de la procesión de la Santa Imagen - el principal acto de las fiestas de Teror. El 7 de septiembre de 1952, se celebró la primera Romería Ofrenda de las Fiestas del Pino.
Unos días antes, Néstor Álamo había ideado un acto musical la noche del viernes 5 de septiembre de 1952 para dar inicio a aquellas fiestas que iban a ser relevantes por muchos motivos. Lo mejor vino al final del acto, cuando un coro de muchachos y muchachas terorenses, elegidos por el propio Néstor que veraneaba en la casa de los Manrique de Lata, la actual Casa-Museo de los Patronos de la Virgen y que habían ensayado en los locales de la Falange en Teror, con la intervención como dúo solista de Carmina Estévez Quintana y José Luis Vallejo Cabrera, cantaron, como destacó la crónica , “con acendrado acento de la medianía a las cumbres”, el estreno de “Ay, Teror, que lindo eres”, la primera de las tres canciones que en la década de los cincuenta Néstor Álamo dedicó a la Villa y que con los años ha venido en convertirse en el himno del pueblo; y que se repetiría nuevamente la tarde de la romería.
![[Img #26243]](https://infonortedigital.com/upload/images/03_2025/6902_whatsapp-image-2025-03-01-at-192816-1.jpeg)
CANCIONES
A este estreno del “Ay, Teror, que lindo eres” de hace siete décadas; seguiría al año siguiente “Pal Pino”. El 4 de abril de 1953, un sábado de Gloria, el Gabinete Literario celebraba el Festival de Canciones de Gran Canaria. Mary Sánchez concluyó el programa cantando su estreno, que fue “frenéticamente aplaudido”. Extrañamente, el estreno en la Villa no se hizo esperar esta vez hasta las Fiestas del Pino. El domingo 26 de abril, dentro del Programa de Actos de las fiestas de San José de aquel año, en el Pabellón Victoria y en funciones de tarde y noche, Mary Sánchez cantaba otra vez esta nueva parranda que Néstor Álamo había creado para los festejos septembrinos. Pero seis meses más tarde, en el Festival de Arte del 5 de septiembre de 1953, tras la intervención del conjunto de Pulso y Púa del Real Victoria y los cantantes Pilar Alonso y Chano Gonzalo, un nuevo rancho estrenaba…¡por tercera vez!..“P’al Pino”.
En 1954 vino nuevamente con Mary Sánchez el “Caminito de Teror”. La prensa, el 31 de agosto de ese mismo año, ya lo anunciaba con entusiastas alabanzas. “El Pino tendrá este año su nueva canción. Más lirica. Infinitamente más, de mayores calidades melódicas y a más de todo esto, muy popular, que viene a continuar la línea de canciones exaltadoras de la devoción del pueblo a la Excelsa Patrona de Canarias; su título, "Caminito de Teror", es ya presagio de lo que tanto letra como música encierran y expresan”
El Pregón que pronunció para las Fiestas de 1955, cuando Teror celebraba el Cincuentenario de la Coronación de la Virgen, fue el culmen de todo este proceso de íntima relación de Néstor y Teror; y el estreno de “Tiempo de Gran Canaria” con que quiso darle realce, el más exquisito broche para todos aquellos años.
![[Img #26244]](https://infonortedigital.com/upload/images/03_2025/4078_whatsapp-image-2025-03-01-at-192817-1.jpeg)
ESCUDO DE TEROR
Néstor Álamo, presentó en 1954 un proyecto de escudo para uso oficial de la Villa, que sería aprobado en sesión extraordinaria del pleno municipal de 25 de junio. La propuesta sería aprobada por decreto ministerial de 25 de febrero de 1955; una vez tramitado el expediente en forma reglamentaria y emitido el preceptivo informe por la Real Academia de la Historia. Desde entonces hasta la actualidad se han realizado diversas eliminaciones y modificaciones de elementos añadidos posteriormente al inicial proyecto, pero su autoría inicial a él se debe.
SETENTA AÑOS DEL PREGÓN DE NÉSTOR ÁLAMO
En agosto de 1955, se reunió en el Cabildo Insular de Gran Canaria el Patronato de las Fiestas de la Virgen del Pino.
En aquella reunión, se tomaron los siguientes acuerdos:
Invitar al Nuncio de Su Santidad para que presida los festejos de las Bodas de Oro de la Coronación de la Santísima Virgen y al Excmo. señor Obispo de Jaén, Félix Romero Menjibar, para ocupar la cátedra en las principales fechas de los festejos
Celebrar una Exposición Iconográfica de la Virgen del Pino, con piezas existentes dentro y fuera de la diócesis, y convocar un concurso entre pintores del archipiélago para perpetuar los actos conmemorativos de estas Bodas de Oro.
Solicitar para la Romería de aquel año, la participación del Grupo Folklórico de San Bartolomé y otro de la Graciosa.
Decorar la fachada del templo mariano con dos grandes efigies del Papa San Pío X, que firmó el Breve de la Canonización y la del Padre Cueto, el santo obispo que llevó a cabo el acto de la Coronación.
Y por último, designar “al cronista oficial de Gran Canaria, don Néstor Álamo, para pronunciar el Pregón anunciador de las fiestas”
Hace medio siglo, en la noche del tres de septiembre y a través de los micrófonos de Radio Atlántico, Néstor pronunció el pregón anunciador de las fiestas que él había mejorado en los años anteriores y que tituló “La Santísima Virgen del Pino, Patrona de Canarias”. Además, aquella misma noche se estrenó también la suite a gran orquesta sobre los más populares motivos de las canciones de Néstor Álamo, titulada “Tiempo de Gran Canaria”
![[Img #26246]](https://infonortedigital.com/upload/images/03_2025/4862_whatsapp-image-2025-03-01-at-192817-3.jpeg)
PLAZA TERESA DE BOLÍVAR
“Una vieja fuente gótica octogonal que se alza sobre triple hilera de gradas circulares. Una fuente de jardín de antiguo monasterio donde el agua, apenas viva, gotea en su tazón central por bocas de quimeras y entes fantásticos. En el borde del gran cuenco una espesa teoría bestiaria se imbrica entre la hojarasca tan utilizada en la decoración arquitectural de finales del XV; aquélla que nos trajeron los conquistadores y que tanta expresión tuvo en la vieja y gótica Vegueta. Pero, eso no es todo; el lado norte de la nueva plazoleta se ve enriquecido por un gran paramento del barroco popular en Canarias a mitad del XVIII, morretes, muros de cal rematados por una cruz se alzan en curva graciosa, y, al centro, en negra piedra volcánica, la Fuente del Pino, fuente que rememora el prodigio del Pino milagroso, con su emblema mariano destilador de agua por entre el ramaje del Árbol Santo, sobre el arco en que el Pino deja caer la apagada melodía de sus aguas, una gran cartela en piedra blanca de la isla, al estilo barroco traído de Italia por Carlos III. En esa piedra lucirá el nombre ilustre que habrá de personalizar el recinto: “Teresa de Bolívar”. En esta propia Fuente del Pino, frente a su conjunto, lleno de evocadora belleza, dos bancos monumentales en piedra de la Villa, en la bellísima y dorada piedra terorense. Su estilo, barroco también, aunque colonial; ese barroco tenso y revuelto que nos devolviera América una vez asimilado el arte que la metrópoli le exportara inicialmente; un barroco que puede hallarse en Méjico, en Ecuador, en Colombia o Venezuela. En los respaldos de estos bancos, que son guardia y custodia de la Fuente del Pino, los escudos de las Provincias Canarias”
Con esta expresiva presentación se inauguraba en julio de 1959, la plaza dedicada en Teror a Teresa Rodríguez del Toro. Situada en el centro urbano de la Villa, casi frente a la basílica, había sido adquirido por el ayuntamiento a propuesta del concejal Carlos Acosta Lantigua en pleno celebrado el 10 de diciembre de 1952, con la intención de convertirlo en un parque público y “serviría de solaz a propios y extraños”. En el lugar se encontraba la huerta y jardín propiedad de Luisa y Elvira del Castillo. Anteriormente, propiedad de Manuel Acosta Sarmiento, político y comerciante terorense, y el garaje de Vicente León Rodríguez, destacado personaje de la historia local de Teror, natural de Valleseco, secretario de su ayuntamiento durante 34 años.
La obra que se consideró entonces como un acertado embellecimiento de la villa de Teror fue concebida y realizada por el Cabildo Insular de Gran Canaria con un presupuesto de 375.000 pesetas, y bajo la supervisión del triunvirato ideológico, técnico y artístico de Néstor Álamo, el aparejador de la corporación Tomás Campos Doreste y el responsable de Obras Artísticas en el área de Urbanismo, Santiago Santana. La mano de los tres se advierte al igual que en la Casa de Colón -realizada poco antes que la terorense plazoleta- o en la nueva Cruz de Tejeda, tal como investigó con acierto, Sancho Soriano en su obra “Arucas y la Cruz de Tejeda: 60 años de unión”
Sebastián Jiménez Sánchez reseñaba tras la inauguración que la Huerta de Acosta conservaba el gigantesco pino canario que la tradición consideraba hijo de aquél otro en el que tuvo lugar la aparición de la imagen de Nuestra Señora del Pino.
Otros árboles ya ornamentaban los 550 metros de la huerta: un roble, un drago, un laurel canario, tres “palmas de abanico” y otras especies exóticas.
Se cuidaron detalles no sólo de su ornamentación barroca -en la fuente aparecían monos, ranas, leones alados, sirenas y triglifos- sino también de su procedencia y ejecución. A los mencionados elementos de cantería amarilla de Teror, se unían los cuatro canapés de piedra gris de Arucas más dos bancos de mampostería adosados a las paredes. Las lajas que formaron su pavimento hasta hace unos años, se trajeron del Pinar de Artenara.
El paramento, la pared, donde se situaba la “fuente del Pino” estaba almenado, con arco, bordillo y ménsula de cantería gris de Arucas en el centro y el alto en piedra blanca el nombre “Teresa de Bolívar”. Tanto el pino de la fuente como la poceta que recogía el agua se labraron en piedra molinera de la Isleta.
![[Img #26245]](https://infonortedigital.com/upload/images/03_2025/7271_whatsapp-image-2025-03-01-at-192817-2.jpeg)
TERESA RODRÍGUEZ DEL TORO
A fines del siglo XVII, partió hacia la ciudad de Santiago de León de Caracas en Venezuela Juan Bernardo Rodríguez del Toro, un terorense nacido en el mismo Recinto de la Villa el 18 de mayo de 1675 en el seno de una familia de labradores acomodados formada por Blas Rodríguez y Catalina del Toro. En el plazo de unos años aumentó su fortuna de una forma asombrosa; se le concedió el grado de capitán; contrajo matrimonio con la hija del Tesorero Real y Procurador General, Paula de Istúriz; y como culminación a este proceso el 26 de septiembre de 1732 el rey Felipe V le concedió el título de Marqués del Toro, con posterioridad al de Vizconde de San Bernardo.
Uno de sus descendientes, su nieto Bernardo Rodríguez del Toro pasó a Madrid en el siglo XVIII, donde casó con la aristócrata vallisoletana Benita de Alaiza. De su matrimonio sólo nació una hija el 15 de octubre de 1781, María Teresa Rodríguez del Toro. Simón Bolívar la conoció en 1801 y, después de un aplazamiento impuesto por el padre de María Teresa debido a la juventud del pretendiente, contrajo matrimonio con ella el 20 de mayo de 1802.
María Teresa partió hacia América nada más casarse y murió víctima de unas fiebres el 22 de enero de 1803, cuando no habían transcurrido ni ocho meses de su boda. Ella le hizo prometer a su marido que no volvería a contraer matrimonio. Él afirmó años más tarde que “de no haber sido viudo, quizá mi vida habría sido distinta. No me habría convertido ni en el general Bolívar ni en el Libertador de Sudamérica. La muerte de mi esposa me puso pronto en el camino de la política”. Esta relación familiar de la única esposa de Simón Bolívar con la Villa de Teror fue la que sirvió de argumento a Néstor Álamo, Cronista de Gran Canaria y del mismo Teror por entonces, para proponer al ayuntamiento en 1958 que denominara con el nombre de Teresa de Bolívar la plaza que el cabildo estaba realizando.
La plaza se vio enriquecida con la colocación en ella del busto de Simón Bolívar en 1980, con motivo de la visita del expresidente venezolano Rafael Caldera Rodríguez; y el del propio Néstor Álamo en 1992. Además. allí se encuentra un bellísimo ejemplar descendiente de aquel en el que la historia mezclada de leyenda ubicaba. Una semilla desprendida del centenario enraizó en una grieta de la azotea de la casa que en la actualidad ocupan los Servicios Sociales; antes de la caída del otro en 1970, y allí nació un pequeño arbolillo que las hermanas Álvarez Suárez cuidaron hasta que cedieron al ayuntamiento.
Asimismo, el 16 de septiembre de 1989, durante la celebración de las Fiestas de Nuestra Señora del Pino y con el patrocinio del Excmo. Cabildo Insular, comenzaron a celebrarse los “Encuentros de Música Teresa de Bolívar”, hoy por hoy uno de los actos más importantes del calendario festivo del verano grancanario, y con el que la figura de la esposa de El Libertador quedó aún más unida a Teror y su historia.
![[Img #26242]](https://infonortedigital.com/upload/images/03_2025/1635_whatsapp-image-2025-03-01-at-192817.jpeg)
CASA MUSEO DE LOS PATRONOS
Desde fines de la década de los sesenta y sobre todo a inicios de los setenta, la familia Manrique de Lara adecuó su casona ubicada en la Plaza del Pino para situar en la misma, la sede de la Casa-Museo de los Patronos de la Virgen. Néstor Álamo, amigo y asesor de la familia, apoyó y ayudó en dicho proyecto y su realización, y tuvo siempre en la edificación su casa terorense.
La Fundación que años después se creara para dar consolidación al proyecto inicial es una más de todas estas realidades actuales de la Villa, que tuvieron en Néstor Álamo su defensor y su permanente apoyo.
![[Img #26250]](https://infonortedigital.com/upload/images/03_2025/6575_whatsapp-image-2025-03-01-at-192817-7.jpeg)
NESTÓR ÁLAMO Y EL ROBO DE LAS JOYAS DE LA VIRGEN DEL PINO
El 8 de septiembre de 1974, el obispo Infantes Florido daba -quizá sin pretenderlo- un terrible golpe a una de las manifestaciones más populares de la relación del pueblo canario con Nuestra Señora del Pino: el tesoro de joyas donadas desde siglos a la imagen por mil razones y sentimientos. Ese día se hacía pública la Instrucción Pastoral en las Fiestas de Nuestra Patrona. “Las Alhajas de la Virgen del Pino”. De todo lo que vino después hasta el robo de la mayor parte de las mismas en enero del año siguiente, ya se ha hablado y escrito mucho. Pero de lo que pensó, habló y escribió Néstor Álamo, nombrado Cronista Oficial dos años antes; no tanto.
El 28 de noviembre de 1974, Néstor publicaba un pequeño escrito que tituló “Riesgo y ventura ( ? ) de la Virgen en sus joyas”, que ampliaba al mes siguiente y en el que afirmaba que se había de tener mucho “cuidado con el puritanismo. El puritanismo, por ley, desemboca siempre en espacios de esterilidad…A los canarios nos ha parecido poco todo cuanto al Pino se ha entregado al navegar de su historia de casi cinco siglos. Para nosotros “el Pino” es la más alta simbología de la canariedad. Para todos cuantos amamos la isla y la sentimos, el Pino es éso: lo esencial del cielo y lo divino -dogmas aparte- en connubio con la tierra nuestra. Si Santa Teresa asentó que la Gracia también andaba entre los calderos no ve el autor de esté papel por qué un tristísimo pedazo de palo en más o menos estado de decadente entidad -lean “podredumbre”- no puede estar ungido por la Gracia, tocado por Dios y su mano, por un algo que existe, palpita y aletea pese a la torva calidad de hiena de que a veces el hombre se reviste…El pueblo, nuestro pueblo, el pueblo de Teror que es como paradigma del pueblo canario, ha sabido responder en la defensa. Puede que él, Teror -estoy seguro- habrá de continuar el ejercicio ese de "Pueblo de Dios", ejercicio hoy, para algunos, de tan pobre estima”
![[Img #26248]](https://infonortedigital.com/upload/images/03_2025/2196_whatsapp-image-2025-03-01-at-192817-5.jpeg)
EL HOMENAJE A NÉSTOR ÁLAMO EN GUÍA EN 1982
El 20 de abril de 1982, se procedió a colocar una lápida en la casa natal de Néstor en Guía, dentro de una serie de homenajes programados en varios municipios en reconocimiento a su obra por Gran Canaria y por toda Canarias.
Aquel día, muchos representantes de la política y la cultura de la isla estuvieron presentes. Por Teror, acudió Cayo Yánez, por entonces primer teniente de alcalde del consistorio terorense y que siempre admiró la franqueza y hasta el duro carácter de Néstor Álamo.
Pedro González Sosa, cronista oficial de Gran Canaria desde dos años antes, fue el encargado de glosar aquella tarde la figura del homenajeado con el siguiente texto.
“Esta casa, que a partir de hoy queda marcada con una lápida recordatoria, tiene un doble valor histórico. El principal consiste en que en ella nació a principios de siglo Néstor Álamo, el ilustre guíense a quien esta tarde estamos homenajeando. El otro estriba en que es uno de los poquísimos edificios levantados en el siglo XVII que aún se conserva en nuestra ciudad.
Los caprichos de la historia hacen que uno y otro se liguen. Según consta en el testamento de don Antonio Díaz de Bilbao, capitán que fue de las Milicias de Guía, esta casa ya existía con anterioridad a 1696, Y fue mandada edificar por el propio Díaz de Bilbao. Hacia finales del 800, ya aparece como patrimonio de la familia de Néstor Álamo, según se desprende de una anotación hecha en uno de los Libros del Cuadrante de Capellanías de la iglesia de Guía, en la que se consigna un tributo impuesto “por don Antonio Díaz Bilbao, en 1686, sobre una casa de la calle de San José de esta villa y que hoy posee -agrega- Anselmo Bautista y que paga Virgilio Hernández”. Anselmo Bautista es bisabuelo de Néstor Álamo y Virgilio Hernández, su abuelo.
Andando el tiempo, concretamente en 1870, como ya indiqué al principio, esta vivienda aparece siendo propiedad de don Anselmo Bautista Quintana (quien sabe si algo tiene que ver este Quintana, de don Anselmo, con un Antonio Quintana que fue asimismo yerno de Antonio Díaz de Bilbao). Don Virgilio Hernández Bethencourt (famoso en nuestra ciudad como músico y librero y al que todavía recuerda mucha gente), había casado con una hija del dicho don Anselmo Bautista, llamada Delfina Bautista Gordillo, de cuyo matrimonio nacieron María José, Clorinda, Ascensión, Nieves, Virgilio, Sebastiana, Delfina y Augusto. Al casarse Clorinda con Salustiano Álamo Santana, natural de Guía pero, al parecer, con alguna raíz en Fuerteventura, trajo al mundo, (entre otros hijos), en 1906, a Néstor, Alejandro, Baldomero, Leandro Álamo Hernández, que es el nombre completo del personaje en torno al cual estamos aquí congregados.
En la sangre que vino en sus venas por conducto de algunos de sus cuatro apellidos (Álamo, Hernández, Santana, Bautista) de seguro que ya había presagios del artista polifacético que al cabo de los años sería Néstor Álamo, sobre todo del lado de los Bautista, casta que por lo menos desde el siglo XIX ya da señales de interesarse por la música y el teatro, y que siempre se ha distinguido por su independencia de criterio. De ahí le viene, sin duda, a Néstor Álamo el que no tenga pelos en la lengua, así como sus tías paternas.
Acabo de decir que Néstor Álamo es un artista polifacético, hombre de pensamiento y arte que tiene muchos modos de expresarse, y hago hincapié porque creo es importante se tenga en cuenta, si no queremos que las gentes de la isla posean de nuestro paisano una imagen falsa, mutilada e incompleta. Néstor Álamo es el creador del único cancionero de inspiración folklórica que en Canarias merece ser tenido en consideración, al menos por ahora, tanto por la autenticidad de las esencias populares como por la calidad musical y literaria. Pero Néstor Álamo es, también, un escritor de raza; un investigador destacado de la historia de estas islas y es un gran promotor de empresas culturales valiosas, como lo demuestra la ordenación del Archivo de la Inquisición de El Museo Canario y su participación en la puesta en marcha del desaparecido Grupo de Bibliófilos de Gran Canaria y su nombre está íntimamente vinculado a la creación de la Casa de Colón.
Néstor Álamo ha dedicado una parte apreciable de su vida y de su labor a su -nuestra- ciudad natal, Guía. Recordemos, por ejemplo, que fue uno de los fundadores del Semanario “La Voz del Norte” que se publicó aquí en los años 1931 y 1932, librando el escritor buenas batallas en defensa del progreso del Noroeste de Gran Canaria. Recuérdese que dos de sus primeras publicaciones en libro tratan de cuestiones relativas a Guía: el titulado “Del Juzgado y otros asuntos”, que ilustra un momento crítico de la historia local y la edición y comentario de la “Oda a un carnero parido”, sátira de Rafael Bento y Travieso.
Recordemos asimismo sus investigaciones sobre la monja guíense Sor Catalina de San Mateo cuyas primicias -me dicen- ofreció en los primeros años de la década de los 40 en el que fue Colegio de la Inmaculada. Néstor Álamo formó parte también de un grupo de jóvenes guienses llenos de entusiasmo que animaron la vida cultural y festiva, grupo al que también pertenecieron Miguel Santiago, Juan García Mateo, los hermanos Estévez Galván y algunos más. Pero Guía es también el escenario de uno de los más bellos escritos de Néstor Álamo. Si mis notas no se confunden, aquel que él titula “Papeles de Aldo Sortini”, páginas autobiográficas en las que nuestra ciudad responde al nombre de “Támara”, algo así como “Clarín” llama “Vetusta” a Oviedo en “La Regenta”, y Claudio de la Torre “Granda” a Las Palmas. Aquí, la madre del escritor aparece evocada con gran ternura, así como sus tías paternas.
Un parentesco algo lejano que sin embargo el trato recíproco de ambas familias cultivó mucho durante largo tiempo, me liga a Néstor Álamo. Por eso quiero terminar evocando una visión de Néstor Álamo en la que éste figura entre gentes de mi familia materna. En casi todas las casas de la familia de mi madre se guarda una gran fotografía en la que, entre otras personas, aparecen mi abuelo, y casi todos mis tíos. Está hecha la foto en Ciego de Ávila, en Cuba, y lleva escrita a mano una fecha exacta: primero de julio de 1920. Allí aparece también, haciéndose cortar el pelo en la barbería cubana de mis tíos -“Los Pepillos”- un adolescente espigado y despierto, casi un niño, en cuyos ojos ya se advierte el asombro y la avidez del hombre lleno de curiosidades. Este adolescente, casi un niño, como digo, es Néstor Álamo, el canario que desde muy temprano alzó el vuelo del solar nativo, sin desarraigarse nunca, y que hoy regresa a Guía una vez más, pero en esta ocasión a recibir el pago de una pequeña parte de la deuda que con él tiene contraída su pueblo; pueblo sobre el que también revierte la gloria que este ilustre guíense ha sabido conquistar trabajando a brazo partido y prácticamente en solitario.
Pero no quiero acabar sin dejar de decir que ha sido este homenaje el que, al cabo de tantos años, me ha proporcionado la gran oportunidad de conocer y entablar amistad todavía superficial, pero espero que sólida en el futuro con Néstor Álamo”
Luego, en el Casino de Instrucción y Recreo, tuvo lugar la intervención de la agrupación folklórica de la Asociación Cultural “Estrella y Guía”, bajo la dirección de José González y ofreció su homenaje el alcalde de Guía, José Carlos González Ruiz. Cerró el acto Mary Sánchez con Los Bandama, que interpretaron diversas composiciones del propio Néstor.
![[Img #26249]](https://infonortedigital.com/upload/images/03_2025/7407_whatsapp-image-2025-03-01-at-192817-6.jpeg)
EL HOMENAJE A NÉSTOR ÁLAMO EN TEROR EN 1983
He de decir que siento un íntimo orgullo al afirmar que en ese homenaje celebrado por todo lo anterior y mucho más el 15 de octubre de 1983, fue cuando conocí a Néstor Álamo gracias a mi padre, que presidía el acto en su calidad de alcalde.
He dicho siempre, que el desbarajuste con que acabó aquella noche, no minusvaloró nada el aprecio y la estima que siempre tuve por Néstor y su obra. Y hasta por su mal carácter.
Aquel día, todo Teror fue de Néstor. Tras la inicial inauguración de la recién culminada vía que partió la Finca de Sintes con su nombre; la colocación de la placa en la Plaza Teresa de Bolívar que rezaba “Esta Plaza de Teresa Bolívar fue creada por el cronista de la Villa del Pino Néstor Álamo. Teror con su gratitud”; la masiva asistencia de prensa, autoridades y pueblo; la actuación de la Agrupación Folklórica San Cristóbal, tomó la palabra Cayo Yánez, alcalde de Teror, para expresar que la adhesión al homenaje propuesto por la Tertulia Víctor Doreste era una mínima entrega “a cuenta de lo mucho que le debía”
Pero el hecho que hizo recordar por muchos meses el homenaje y que pretendía ser el regalo que Néstor hacía para realzar el acto, vino entonces. Néstor subió al escenario y mostró un cuadro de la Virgen con el famoso y desaparecido Manto de los Navíos. La expectación creada por sus propias palabras hizo que todos los informadores, fotógrafos, cámaras de televisión, se acercaran y enfocaran; y he aquí, que Néstor -genio y figura- blandió su bastón y comenzó con él a dar estacazos a diestro y siniestro, sin acertar porque los focos lo deslumbraban.
Afirmó rotundamente que “nadie negociaba con él y con la Virgen” y otros cuantos insultos que hicieron que todos los medios de comunicación abandonaran el acto en ese mismo momento. Aunque unos días más tarde intentó excusar su actitud, su mal carácter quedó como la única razón de aquel desplante. Mi padre lo defendió siempre, y nada más terminar todo, se acercó a mí y me susurró: “Él los avisó”
![[Img #26247]](https://infonortedigital.com/upload/images/03_2025/1827_whatsapp-image-2025-03-01-at-192817-4.jpeg)
I MEMORIAL NÉSTOR ÁLAMO DE LA VILLA DE TEROR (1994)
Mi ilusión, mi juventud, el apoyo del grupo de gobierno de entonces, la colaboración entusiasta de Pity Alarcón - directora de TVE en Canarias y que además aceptó pregonar las Fiestas del Agua aquel año-, el dominio de Manuel Pérez, la extremada calidad de los intervinientes hizo posible en 1994 el extraordinario acto con que Teror recordaba en sus fiestas, la mano apasionada de Álamo en ellas.
Momentos como la aparición del tristemente desaparecido José Luis Vallejo cantando el "Ay Teror" -quien lo estrenó conjuntamente con Carmina Estévez hace 70 años por decisión personal de Néstor- son desde entonces historia de la Villa de Teror.
VISIÓN DE GRAN CANARIA EN SUS ÚLTIMOS AÑOS
En el Néstor a partir de los setenta, desde sus palabras por lo inadecuado que le pareció el Mirador de San Matías hasta sus desplantes a Vicente Rivero cuando fue párroco de Teror, todo no fue otra cosa que la vehemente expresión de lo fácil que para él era hacer las cosas bien y cuanto empeño manifestaban muchos en hacerlas mal.
Néstor Álamo ya no entendió el mundo en sus últimos años de vida; sobre todo que en su tierra los dirigentes no amasen Gran Canaria, Las Palmas o Teror como él los amaba.
Porque él creía que sólo de ese amor nacía la entrega profunda al bien común.
Yo estoy totalmente de acuerdo con él.
José Luis Yánez Rodríguez
Cronista Oficial de Teror































Gaumet Javier Martín García. | Lunes, 17 de Marzo de 2025 a las 11:35:37 horas
...Y que poco agradecidos hemos sido con él en su ciudad natal, hoy por hoy su casa convertida en un museo al que no se le da publicidad en los ámbitos turisticos, que yo sepa no existe ni calle ni plaza ni monumento que le recuerde aunque todos sepamos quién fue y lo que hizo. Que mal se porta Guía de Gran Canaria con la mayoría de sus Ilustres hijos e hijas. Acaso deben venir de otras partes a enseñarnos como poner en valor sus méritos y lo que han significado para la isla, el archipiélago o el territorio nacional?, porque tenemos para todos los ámbitos pero tenemos tendencia a dejarlos en ETERNO LETARDO. Y como prueba este bonito artículo que muestra la admiración y el cariño que parece no le tenemos en su ciudad natal.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder