Tan solo dos años y tres meses después de ingresar en prisión para cumplir la condena que le fue impuesta por conspirar contra la magistrada Victoria Rosell, el exjuez delincuente Salvador Alba Mesa ya disfruta del tercer grado penitenciario. Y lo hace desde la prisión de El Salto del Negro, en Las Palmas de Gran Canaria, tras cumplir esa primera parte de su pena en la de Madrid VII, en Estremera, con módulos de seguridad adecuados para los funcionarios públicos condenados a penas de cárcel. Vamos que esto ha sido un paseo.
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