
La publicidad se adapta a cada momento vital de nuestras rutinas.
Por ejemplo, en Santa Cruz de Tenerife la vieja y antigua publicidad se ha mantenido como visión de un momento, de una época donde lo material casi era para toda la vida. Es cierto que en estos días asirocados que nos han tocado en suerte todo es distinto. Incluso, diríamos que menos humano que antes.
La publicidad de cualquier etapa vital es algo así como el termómetro que mide la temperatura social. No sé si me explico.
Juan FERRERA GIL
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.175