“Llevo viendo este paisaje que ustedes contemplan ahora toda mi vida; sin embargo, los últimos 25 años han sido lastimeros y dolorosos: el estar cerrado es como sentirse encerrado en tu propio espacio.

Antes ofrecía mis mercancías a la gente y, por momentos, creo recordar, al ser el segundo Mercado de Abastos de la provincia, el bullicio era constante y diligente. A la vez, los distintos negocios de mis cuatro lados ofrecían de todo. Pero el último cuarto de siglo que llevo a mis espaldas ha sido horroroso: nunca pensé que a mí me tocaría esta especie de lotería de la incompetencia; nunca lo hubiese imaginado. Bien es verdad que la Corporación actual ha presentado un recurso ante la Justicia, pero ésta es tan lenta que nunca se sabe cuándo se pronunciará. Indudablemente sus tiempos son otros.

Hay ocasiones en que me colocan una grada delante y no puedo ver la correspondiente Romería Sanjuanera; otras, en Navidad, suelen instalar unos paneles que tratan de ocultarme: puro decorado. Y yo lo que quiero es vivir junto a mis paisanos y ofrecerles no solo tranquilidad, sino mis respetos y relaciones de buena vecindad. Llevo ya 25 años oculto a mis paisanos, ¡que se dice pronto!, y no sé cuándo mis puertas, o mis ojos, se abrirán.

¡Demasiado tiempo!, pero eso ya lo dije antes.”

Juan FERRERA GIL