Educación infantil

Ni carbón ni chantajes por Navidad

Lejos de ser una herramienta de chantaje, la Navidad puede convertirse en un momento perfecto para reforzar valores como la empatía, la gratitud y la generosidad.

Haridian Suárez Vega Miércoles, 25 de Diciembre de 2024 Tiempo de lectura:

Estamos en plena temporada alta de chantajes emocionales.

 

Hace unas semanas (o incluso mas de un mes en algunos casos) que abundan las frases tipo "Si no te portas bien, los Reyes Magos no te traerán nada", "Papá Noel lo ve todo, así que mejor te portas bien" o "Si sigues así, este año solo recibirás carbón".

 

Estas frases se convierten en herramientas de control en muchas familias. Son una herramienta mágica que tiene un efecto inmediato. Pero como toda magia, en algún momento se acaba, en este caso sólo dura hasta el 5 de enero.

 

Es muy tentador usar la oportunidad de las navidades para chantajear y conseguir resultados más inmediatos dirigiendo las conductas de nuestros hijos. Lo sé.

 

Pero... ¿nos hemos parado a pensar en las implicaciones de este enfoque?

 

Educar desde el miedo vs Educar desde el amor

 

El carbón como "castigo simbólico" o los regalos condicionados a un comportamiento idealizado refuerzan un mensaje arriesgado: el amor y la aceptación son condicionales.

 

Estas ayudando a crear una asociación peligrosa entre el comportamiento y el valor personal.

 

Además, si usamos el miedo o el chantaje para controlar sus acciones, es probable que aprendan a actuar solo bajo presión externa (no porque comprendan el valor intrínseco de comportarse de manera adecuada) y como consecuencia, aprenderán a usar el chantaje también para controlar los comportamientos ajenos.

 

La Navidad como oportunidad educativa

 

Lejos de ser una herramienta de chantaje, la Navidad puede convertirse en un momento perfecto para reforzar valores como la empatía, la gratitud y la generosidad. Y para ello, es fundamental replantearnos nuestras estrategias.

 

  • Eliminemos las amenazas y los chantajes. En lugar de decir "si no haces X, no tendrás regalos" , podemos decir algo que suene como..."¿Qué te falta por hacer para terminar? ¿Necesitas ayuda?" .

  • Demos ejemplo. Si queremos que nuestros hijos aprendan el valor de compartir o de ser agradecidos, mostremos esos comportamientos en nuestras acciones. Involucrémoslos en preparar regalos para otros, en ayudar a poner la mesa bonita para ese día o en hacer tarjetas (o llamadas) de felicitación a las personas de su entorno.

  • Dejemos de usar el "portarse bien" como vara de medir. En lugar de condicionar los regalos al comportamiento, centrémonos en darle las herramientas para que gestionen ese comportamiento de la mejor manera posible (como haríamos en cualquier época del año).

 

Cambiemos el "carbón" por la conexión

 

El objetivo no es ignorar los conflictos o problemas de comportamiento, sino abordarlos de manera respetuosa y constructiva. Algunas estrategias útiles pueden ser:

 

  1. Validar emociones: Si están frustrados o actúan de forma desafiante, escuchemos primero para entender qué necesitan.

  2. Redirigir en lugar de castigar: Ofrezcamos alternativas a su comportamiento. Por ejemplo: "Entiendo que estás muy enfadado, pero no podemos empujar (pegar, molestar…). Cuando te sientas muy enfadado podrías...(apretar fuerte un cojín, respirar, salir de la habitación…)”. Con el castigo no aprende, mejor dile cuál es la alternativa al mal comportamiento.

  3. Reforzar el vínculo: Aprovechemos esta época para conectar emocionalmente con nuestros hijos a través de juegos, conversaciones o rituales familiares.


 

Más allá de los paquetes envueltos y los rituales, la Navidad es una oportunidad para recordar lo importante: el tiempo compartido, la conexión familiar y los valores que queremos transmitir. Dejemos que esta época sea una celebración de lo que somos como familia, no un momento de presiones y expectativas inalcanzables.

 

Esta Navidad, propongámonos reforzar la conexión con nuestros hijos.

 

No necesitamos recurrir al miedo, al chantaje o al carbón para enseñarles nada; nuestra presencia, paciencia y ejemplo son las herramientas más poderosas que tenemos.

 

Y además no podemos olvidar que…

 

La educación de tu hijo es tu responsabilidad...no la delegues en Papá Noel.

 

Haridian Suárez

Trabajadora Social y Educadora de Disciplina Positiva (@criarconemocion)

Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.175

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.