Orejas de Gato. Juan FERRERA GILLas llamadas “Orejas de Gato” invaden las orillas de calles y carreteras: crecen a tutiplén y dueñas se consideran del entorno más cercano. Esta especie invasora es una muestra clara de que el mundo es otro: la inmigración abarca mucho más de lo que creemos.
O este mundo está loco, loco, o estamos considerando a las personas como cosas y no como seres que huyen y desean un mundo mejor. Bien es verdad que hay de todo, como en botica. Pero ello no es óbice para cosificar a las personas y despojarlas del vestido que las arropa: ni todos son enemigos, ni todos son terroristas.
Sin embargo, “las orejas de gato” han venido para quedarse y para hacernos cambiar la mirada. Que no es poco.
Juan FERRERA GIL
































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