Román Rodríguez y Carmelo Ramírez llevan en política mucho tiempo y han aprendido mucho, por lo que extraña que no hayan calibrado el daño que sufrirá NC si el sector crítico abandona la formación. Y es que los que se van son los que acumulan la mayoría de los votos que ha tenido Nueva Canarias en las sucesivas elecciones y que son los que han permitido salvar la presidencia del Cabildo y unos cuantos ayuntamientos. Los votos de Román se sabe que no son muchas ya que fue incapaz hasta de obtener el acta de parlamentario después de esta cuatro años como vicepresidente regional. Las cuentas son las que son.






























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