Vivir. Juan FERRERA GIL“Durante algún tiempo, en otra vida, viví en una de las casas que muestra la foto. La visión de Granada colmó mis necesidades de querer pasar inadvertido y en cuanto pude opté por poner manos a la obra. No es que anduviera buscando un imposible, ni mucho menos. Solo ansiaba el anonimato más absoluto después de haber sido el alcalde de mi pueblo, al que nunca llegué a entender: sucedió que a las nuevas generaciones no las comprendía, ni su lenguaje corporal, ni sus gustos, ni sus deseos. Y fueron ellos los que me devolvieron a una realidad que ahora agradezco. De momento no he tenido que ir al psiquiatra. Aquí, al ser un perfecto desconocido, encuentro, aunque parezca mentira, el equilibrio que me faltaba. Solo quiero que la gente me olvide. Y, sobre todo, que me deje tranquilo. Y ver pasar el tiempo.”
Juan FERRERA GIL
































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