El nombramiento de Sergio Aguiar Castellano como cronista oficial del municipio de Guía, por unanimidad de toda la corporación municipal, ha sido un hecho socialmente aplaudido en la comarca, por lo buena persona, buen investigador, eficiente archivero y obra cultural desarrollada a lo largo de más de cuarenta años.
Lo conocí cuando éramos cronistas y colaboradores del recién salido a la luz periódico Canarias 7, a principios de los años ochenta. De entonces recuerdo uno de los primeros reportajes suyos, que encaja bien por estas fechas de los días de los Difuntos y de Todos los Santos, sobre el Cementerio Viejo de Guía o Cementerio de San Roque. Entonces, ya empezaba a escribir, aparte de las crónicas periodísticas, cosas de la historia de su municipio, algunas, cortas o largas, que resultaban curiosísimas, y aún, años después lo siguen siendo como es el caso por citar una de las últimas y enfocadas a cementerios y los difuntos: la lápida funeraria de la señora Bianchi de Calderón. O, más reciente, la razón toponímica del banco del Siete en el centro de Guía ambas publicadas, como toda su última producción periodística, en este medio InfonorteDigital.com medio que en el caso del artículo histórico del Siete de Guía tuvo más de treinta mil entradas en el mismo día.
Pero más allá de artículos en prensa, revistas y anuarios está su obra tanto recopiladora archivística, como la trabajada en formato monográfico en decenas de libros, el primero de ellos Apuntes históricos de los Altos de Guía, publicado en el año 2007. Una frase destacamos de este primer libro de Sergio, una entradilla filosófica tomada del sabio clásico Pitágoras: «Educando a los niños no será necesario castigar a los mayores»; un aforismo, que más bien parece pronunciar un pedagogo que un archivero e historiador y que contiene con un sentido común relevante tanto en materia penal como educativa, aunque con ello el autor guiense quería abarcar, en el plano didáctico, esa máxima de que «lo que amamos es lo que conocemos y lo que conocemos es lo que nos enseñan», en referencia a la necesidad del necesario estudio y difusión de los valores patrimoniales de nuestra tierra, de nuestras gentes y de nuestro paisaje existencial.
A partir de esta obra sobre la historia de Los Altos de Guía toda la praxis investigadora y difusora de Sergio han sido lecciones continuadas para dar a conocer y hacer querer más a este municipio y su entorno comarcal del Norte de Gran Canaria, además de ejercer una continua labor de preparación técnica bibliográfica, archivística e histórica conformando en la Biblioteca Municipal de Guía un importante caudal de documentos manuscritos, mecanografiados y fotográficos, con una labor muy generosa ―algo muy importante― de facilitarlos a investigadores y a quienes lo necesiten; donde cabe otra máxima clásica, esta vez de Aristóteles: «de todas las variedades de virtud, la generosidad es la más estimada».
Por último, sabemos que Sergio va a seguir con esa generosa labor cultural e investigadora y, ojalá, acometa, con toda la documentación que tiene, una monografía científica, divulgativa e ilustrada que recoja los valores patrimoniales naturales y etnohistóricos de esta comarca y en especial de su municipio y, por otro lado que, como cronista oficial, reconocerle, en la parte que le corresponde, el empuje y el compromiso para que los gobernantes y la sociedad guiense que a lo han aplaudido como nuevo cronista oficial, hayan llegado al convencimiento de recuperar ese nombre oficial histórico, repetimos, de Guía de Gran Canaria.
Francisco Suárez Moreno
Cronista Oficial de La Aldea de San Nicolás
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