“Cuando me instalé en el Hotel que muestra la imagen, nunca llegué a pensar que duraría más de una semana; sin embargo, allí sigo un año después.

Bien es verdad que no sufro de estrecheces económicas, bien es verdad que mi jubilación me ha respetado la salud, y bien es verdad que he encontrado un sitio agradable donde estar. Vivir cerca de La Alhambra granadina y del estrecho y particular barrio del Albaicín no solo ha supuesto anclar los pies en suelo, sino que la existencia parece adquirir, en este otoño vital, un tono especial donde la vida que transcurre en un hotel viene a ser algo así como lo inesperado, pero efectivo.

Sí, de momento, este Hotel y esta Plaza Nueva donde vivo colman mis necesidades y contribuyen a que no pierda la mirada.

Y eso, por sí mismo, es todo un triunfo.”

Juan FERRERA GIL