Extraordinaria labor. Juan FERRERA GILHay actitudes que solo se comprenden desde la misma solidaridad.
Las más de seiscientas personas que participaron en la Fiesta de la Alfombrada en Arucas, a principios de junio, merecen todo nuestro respeto y consideración. Sin embargo, seguimos echando de menos a un grupo de La Cerera que llevaba años colaborando en la calle León y Castillo, donde tenía su cuartel general. Es verdad que nunca llueve a gusto de todos. Y lo que es imposible es imposible. Pero los aruquenses de a pie los seguimos echando de menos. A todos.
En cualquier caso, ese constante trabajo de “subir y bajar, extender la sal y las flores, o el serrín, volverse a levantar para regresar al suelo nuevamente” no solo resulta una actividad impagable, sino que con “su solidaridad bien entendida” nos presentan y regalan una clara lección de humanidad. Y vecindad.
Y eso en los tiempos que corren es toda una “odisea”.
Juan FERRERA GIL

































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