
De La Rama para El Charco, suelen decir en La Aldea, y es que cada nueve de septiembre, los aldeanos abren los días grandes de sus fiestas en honor al patrón, san Nicolás de Tolentino, y lo hacen con intensidad y sobre todo, con mucha alegría.
La mañana de este lunes, se vivió con la tradición ganadera, con los pequeños y adultos visitando la feria de ganado.
Y en las casas, se preparaba con amor, el tenderete que acoge a familia y amigos. Se disfrutó en las azoteas y garajes, compartiendo el sentimiento festivo, y deseando que llegara el momento de trasladarse hasta el almacén de Los Picos, para alzar los brazos al cielo, brincar y dejar a un lado las penas que da la vida.
Y a las cinco de la tarde, sonó el volador y se esparramó la alegría por las calles de La Aldea.
Armiche y Rita volvieron a bailar el papagüevo acompañado de la querida familia, y para Carla y Yudit, esta rama fue muy especial, ya que es la de la espera del nuevo miembro de la familia que está por llegar.
Y se bailó en la calle hasta que cayó la noche, disfrutando cada brinco, cada meneo del cuerpo, sabiendo que La Aldea ya está en fiesta, y que después de celebrar al patrón este diez de septiembre con su hermosa romería, toca ya tirar para El Charco, en ese once de septiembre que da la vida a La Aldea.
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